lunes, 31 de octubre de 2011

Las Calaveras Literarias.

La Catrina de José Guadalupe Posadas. 

El Esqueleto sobre la tumba de Diana Warburton, 1693, Parroquia de San Juan, Inglaterra.

Cuando hablamos de la vida, la muerte tiene lugar. No son el temor ni la tristeza las compañeras de la “calaca” en esta ocasión. Son la escritura en verso y los grabados que dan vida a imágenes muy mexicanas, divertidas y jocosas, transformadas en una opción de desahogo cuando se vive un malestar.

Una de las tradiciones mexicanas en peligro de extinción son las “calaveras”, antiguamente llamadas “panteones”.

Las calaveras o panteones son como un epitafio-epigrama lacónico, dice el zamorano Eduardo del Río “Rius”, y están escritas en forma de verso dedicado a los amigos y a los otros, sólo en Día de Muertos. Una de sus características es que constituye una oportunidad para expresar lo que se piensa acerca del otro o de los otros, de espacios, funciones o cosas, de un régimen del pasado y del presente. No es fácil decir lo que uno piensa de los demás, por eso las calaveras constituyen una forma de literatura valiente.

Quienes escriben calaveras o panteones son personas que ven a la muerte con un sentido del humor, combinado con ingenio que le imprimen a sus escritos. Gustan desarrollar su imaginación para decir lo que piensan, aceptando el reto de comunicarse en verso, octavas o décimas de todos los sabores y gustos.

Esta forma de escritura se desarrolló desde el siglo XIX. Al cobrar fuerza en el siglo pasado, las calaveras comenzaron a ser censuradas por los gobiernos en turno, debido a que una gran cantidad sirvió como crítica a los funcionarios, pues en ellas se manifestaba la inconformidad que imperaba entre los gobernados. La policía llegó a confiscar o a destruir muchas de éstas, por eso no es fácil encontrarlas en las hemerotecas. A pesar de la censura, en el Día de Muertos se ejercía, y ahora muy poco, esta forma de escribir, con el consentimiento de las autoridades.

Hay quienes hicieron periodismo atrevido con las calaveras dedicadas a magistrados, maestros, poetas, militares, artistas y otros personajes, mismas que publicaban en hojas sueltas, en periódicos, revistas, y se vendían al público el 2 de noviembre. Entre estas publicaciones se encuentra La patria ilustrada, semanario del siglo xix, que registra algunas de las calaveras más antiguas.

También hay quienes se manifestaron con gran fuerza en el arte sobre el tema de la muerte. El más reconocido por sus grabados e ilustraciones de calaveras fue José Guadalupe Posada. Sus calacas de Francisco Villa, de Zapata, sus famosas catrinas, Don Quijote de La Mancha y calaveras ciclistas, entre otras, dieron la vuelta al mundo.

Después de ese gran movimiento de masas e ideas que fue la Revolución Mexicana, arreció el control de escritos sobre la vida política y, como consecuencia, las calaveras abundaron para personajes famosos

A inicios de la década de 1940, el Taller de Gráfica Popular (donde colaboraban grabadores como Zalce, O'Higgins, Anguiano, Yampolski y otros) impulsó, entre otras actividades, las calaveras. En ellas podemos medir el descontento social, escolar o laboral.

Con el surgimiento de su periódico El apretado, en 1950, Renato Leduc impulsó las calaveras sobre políticos, política y otros personajes de la vida pública, que aún circulan en el ambiente.

En la actualidad, las calaveras anónimas languidecen aunque las veamos aparecer en hojas, pasando de mano en mano en las calles, acompañando a las multitudes. Cada vez que se festeja el Día de Muertos, su producción es menor y escasos sus escritores.



La Vanidad Terrenal y la Divina Salvación por Hans Memling. Contrasta con la belleza y lujo terrenal y el prospecto de la muerte y el infierno.  

La Vanidad de Philippe de Champaigne, 1671 reducida en tres esencias: La vida, la muerte y el tiempo.

Las siguientes calaveras literarias, son para mis amigos de facebook. "La Morena", Magdalena González Saldaña, me invitó a hacer unas. La verdad que no tenía ni la menor idea de como comenzar ha escribir. No crean que soy un creador de ésto, son frases sin ton ni son para divertirnos.


Calaveras Líricas divertidas para el dos de noviembre de 2011.


Es una verdad sincera,
lo que dice esta frase:
que sólo el ser que no nace,
no puede ser calavera.

Estaba Magdalena "La Morena" feliz,
tratando de cocinar,
Argelia mi hermana llegó y le dijo,
alfeñiques vamos a fabricar.

En un rincón de la cocina,
la huesuda entre el trastero escondida,
y al ver tanta receta compartida,
dijo, "¡Qué deliciosa comida!".

La Morena y Argelia cocine y cocine,
y los hijos de ambas, nomás come que come,
y la huesuda entre ellas, tome que tome.
Adán, Sergio, Jaime y tío Jesús entre come y como y trago,
murieron atragantados.
La huesuda al ver la escena dijo:
- "A éstos cuatro, me los llevo de cena".

Entre Yvonne y Tere cebolla pique y pique,
cuando la muerte, les llegó al desquite,
preguntó: - ¿Por qué lloran? Eso solo es una cebolla,
y para completar su cena, se las llevó con todo y olla.

La muerte ya cansada, en un rincón de la cocina esperaba,
a Gerardo y a Alfredo para llevárselos con una tostada.
socializando en facebook, es pura diversión sana,
la muerte contenta dijo, me encanta ver facebook toda la semana,
si hubiera visto a tantos amigos faceboleros,
nunca viviría en éste pétreo cementerio.

Etel buscaba comino,
para cocinar su bistec estilo capitalino,
porque quiere cocinar a la mexicana,
y busca los ingredientes por toda España,
la huesuda se le acerca muy cerca,
desde las ventanas vecinas,
para ayudarla a guisar,
las enchiladas potosinas,
pero mejor se la lleva,
junto con Pablo su amado,
al cementerio de al lado.

La Sra. Elena García cocina,
cocina tortilla de papas,
porque a la gente le gusta,
su tortilla de patatas,
todos quieren comer,
de la cocina de los García,
pero la muerte los espera,
el la Tertulia Santander un día,
y no es de su parecer la espera,
por eso los espera,
para llevarlos de Santander,
al cementerio de Ciriego de Santander.

Marian quiere ir de viaje,
a conocer Guanajuato,
y la muerte en Guanajuato,
quiere a Marian Amasuno un rato.

Demacrada y ya cansada,
caminando bajo el sol,
cansada y en el ultramundo,
busca a Marian para llevarla a su mundo.
Marian come tacos de cecina,
con su salsa Valentina,
mientras la huesuda la espera,
a un lado de la cocina,
y al panteón se la lleva después de tanta comida.

Chelito fumaba tranquila,
en un bar con algunas amigas,
pero la huesuda las sorprendió,
junto a su copa de garnacha,
por fumadoras y borrachas,
a Silvia andaba buscando,
y se la llevó con los dientes rechinando.

Se llevó a Chelito a la sepultura,
la flaca la tenía en la mira,
¡Fumarás en el panteón,
muy cerca de tu sepultura!.
La muerte escribió en su lápida,
"Si fumas, tendrás muerte rápida".

En una noche de noviembre,
a Rosa Esperanza y Felipe andaba buscando,
un hombre de negro vestido,
con sus huesos rechinando,
No nos lleves, suplicando,
pero les dijo la flaca, de acá me voy con Uds.,
y moviéndose con prisa,
a Rosa Esperanza y Felipe se los cargó sin prisa.

Coché Coché andaba de nochero,
y la muerte se lo encontró,
se tiró una carcajada burlona,
y sin escuchar sus pedidos,
arrastrando se lo cargó,
hasta la sepultura enojada.

Paseando andaba la muerte,
con ganas de alguien llevar,
la muerte creía tener suerte,
y a todos los en El Camino se podría llevar.

De pronto encontró a una dama,
con ella se puso a charlar,
pero la mujer muy astuta,
a la muerte logró esquivar.

Conchita no se entregaba,
y luchaba sin parar,
con uñas dientes y golpes,
de la muerte logró safar.

La muerte sigue intentando,
a Chani y a Cheli llevar,
quienes se defienden como leonas,
cada vez que la ven asomar.

Rafael anda de enamorado,
y de toda mujer echa un reto,
no se figura el menguado,
que se enamora de un esqueleto.

Se fue temprano a trabajar,
contento con los franceses,
pero sin cerciorar,
que por trabajar se los quería llevar.

Las tías Cristinita e Ima,
estaban cocina y cocina,
mientras sus sobrinos preparan,
calaveras en la cocina,

cocinaban en Georgia y California,
los Daniel preparan mole,
los Rodríguez hacen pozole,
y la pelona se lleva con furia,
por que no le dieron mole ni pozole.

Aquí se quebró una taza,
repleta de mostaza,
la muerte se va a su casa,
cargando su calabaza.

Dios con todos y en su casa.
Melissa y Patrick ayudan,
a preparar la sangría,
que beberán todo el día.

sin darse cuenta que la calaca,
los sorprendería desde la puerta,
nos quiere llevar a todos,
por discusiones de tontos,
y nos lleva al panteón por tontos,
a los tíos Bonnie y Rube Pérez,

Ya sonaron las campanas,
dando doble en el pueblo,
porque murió la calaca,
tratando de llevarse a los del pueblo,
que se encuentran fuera de su pueblo.

Los ricos por su elegancia,
los rotitos con redrojos,
los pobres por su miseria,
los tontos por su ignorancia,
los jóvenes por su infancia
los hombres de edad madura,
todos en la sepultura,
con la viejas, ¡Qué ficción!,
serán como dice el cura:
calaveras de sepultura.

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