viernes, 11 de septiembre de 2015




Dulce Jesús de mi vida, 
dueño de mi corazón, 
óyeme la penitencia 
y dame la absolución, 
Perdóname los pecados, 
que tu sabes cuantos son.

Dios conmigo y yo con él, 
Dios delante y yo tras él, 
con Dios me acuesto, 
con Dios me levanto, 
con la gracia de Dios 
y el Espíritu santo.