domingo, 21 de noviembre de 2010

Di, Perra Mora, Pedro Guerrero, S XVI.






Letra:

Di, perra mora,
di, matadora,
¿Por qué me matas,
y, siendo tuyo,
tan mal me tratas?

Di, perra mora,
di, matadora,
¿Por qué me matas,
y, siendo tuyo,
tan mal me tratas?

Di, perra mora,
di, matadora,
¿Por qué me matas,
y, siendo tuyo,
tan mal me tratas?

DI, PERRA MORA - Pedro Guerrero (S. XVI).
(Cancionero de Medinaceli).

Intérprete: Capella Reial de Catalunya - Hesprion XXI - Director: Jordi Savall.
Imágenes: Pintura Realista Española (Julio Romero de Torres).

La Perra Mora: Es un baile español que data aproximadamente del siglo XVI. De ritmo quinario, no se poseé la descripción coreográfica, pero Cervantes lo sita en el ámbito de la zarabanda, el pésame-dello y la chacona en "La Ilustre Fregona". La música que se conserva es de Pedro Guerrero (compositor español del Renacimiento); se trata de una canción a cuatro voces cuyo original se encuentra en la Biblioteca de Medinaceli.

El Cancionero de Medinaceli o Cancionero Musical de Medinaceli (CMM), es un manuscrito que contiene música española del Renacimiento. Fué copiado en la segunda mitad del siglo XVI y se conservó en la Biblioteca de la Casa del Duque de Medinaceli, de donde procede su nombre. Probablemente, constituye la recopilación de polifonía profana española de la época renacentista más importante despues del Cancionero de Palacio.

Copilado de la colección de Hesperion XX con la direction de Jordi Savall en El CANCIONERO DE MEDINACELI, 1535 - 1595.

La Tristeza.


La tristeza se origina por la ausencia de un ser querido. De recuerdos del pasado que sabemos no volverán, de amores que se fueron, de nostalgias, de lo que pudo ser y no fue o simplemente de marcharnos a lugares desconocidos y vivir en la zozobra o en la esperanza. Aunque también pueden originarse verdaderas aventuras, siempre tendremos, tristeza de algo que perdimos. En éstos días, no he podido sentarme a escribir porque me encuentro algo triste y sin comprender mi presente o mejor dicho, sin aceptarlo. No siento inspiración ni nada que me motive a seguir contándoles mis aventuras cotidianas por el momento. Mi vida es, monótona, triste y un poco, deprimente. Ténganme un poquillo de paciencia, verán que pronto, seré el mismo de siempre, se los prometo.
    

viernes, 5 de noviembre de 2010

Inolvidables Encuentros Familiares








La tumba en donde descansa Hugo.


La muy cuidada camioneta de Hugo.




Mi última visita a la gran ciudad de Los Ángeles en California por más de un día y en Compton, sucedió hace veintiséis años, cuando cruzé la frontera. Desde esos entonces, solo lo he hecho en el aeropuerto internacional de la ciudad. En ésta ocasión, aunque las circunstancias no fueron de placer, conocí a muchos parientes que siento nos aprecian. Reconecté con los Ramos de California, mis tíos, con mis sobrinos los hijos de Jaque mi prima y con los Medina, mis tíos y primos. Estuvimos mis hermanos y yo por solo un día completo, el domingo y dentro de la tristeza que nos embargaba con dos fallecimientos en una semana de la familia, Hugo mi primo y mi tío Chava su padre, tuvimos mucha satisfacción y alegría de volver a ver a mis parientes.

Después del servicio funerario a mi primo Hugo, estuvimos platicando con Jaquelina mi prima, José Luis "el pelón" de Chay Contreras y a mis sobrinos hijos de ellos que no conocía. Jaque y José Luis tienen cuatro chicos, Jaqueline, José, Pablo y María. Se que a José le gusta la fotografía y les dije que la próxima vez que los vea, tiene que ser en su graduación de la Universidad.





Jessica Medina, José y Pablito Contreras González.



Palabra que les juro que si me he encontrado a mis parientes por la calle, no tendría ni la menor idea de quienes serían ellos. Han pasado tantos años y creo que a ellos, les hubiera pasado exactamente lo mismo y no nos hubieran conocido. Por primer vez en mi vida conocí a mi tío Jaime. Jaime es el hijo mayor del tío Germán Ramos y tía María Cabrera. Él es el ahijado de mi madre y de mi tío Chava. Como le comenté a mi tío Jaime, "finalmente lo veo bestido", ja. En la única fotografía que tenemos en casa, él se le ve de muy temprana edad, recostado y desnudo. Llegamos a la casa de mi tío Jaime y su señora esposa Lucha, quizá se llame Ma. de la Luz. A ella la recuerdo que vivía en el callejón de la servatana, no se quienes son sus parientes pero recuerdo haberla visto allá de jovencita. A mis otros tíos, recuerdo que en una ocasión hace ya muchos años, nos visitaron en el pueblo, creo que en esa ocasión solo faltó mi tío Jaime pero recuerdo haberlos visto yo muy chico. Aunque a mis tías, de quien mejor me acuerdo es de la tía Cristinita, la tía Lola y la tía Patricia. A nuestras tías Lilia y Lourdes realmente no las conocía ni las recordaba aunque son muy bien parecidas y de paso, muy simpáticas.





El tío Roberto y Sofi, su niña.


La tía Cristinita Ramos Cabrera.


El más bonachón tío Jaime Ramos Cabrera.


Las tías Lourdes, Lilia, María, tío Jaime y la tía Lola Ramos.


Tía Patricia, tío Carmen Medina y los tíos Roberto y Rafael Ramos.





Calurosa despedida. 


Último retrato, hasta luego.

A mis tíos, recuerdo poco al tío Germán chico y ésta vez tuve el gusto de ver a los tíos Raúl, Rafael, Gabriel, Roberto y al que nunca habla, Gerardo, jijiji. Bromearon con él y le dijeron que él nunca platica con su mamá porque no habla, eso nos causó gracia. Les deseamos a todos lo mejor.



El patio de la casa de los tíos Germán y María.


El arriate de la casa o la barda que divide casas hermanas.

Tía María nos contó la anécdota de cuando mi tío Germán se "la llevó" a depositarla en casa de mis abuelos antes de casarse. Supuestamente "el bachiller" ya se había comunicado con ella y estaba en acuerdo con mi tío Germán para llevarla a casa de mis abuelos y todos estaban de acuerdo, menos sus pobres padres de mi tía María. Supuestamente la metieron en la casa y mi papá chuche inmediatamente atrancó la puerta con la tranca y ya ella se cerró la puerta a cal y canto. Nos dijo que en esa ocasión comieron albóndigas, o medio comió porque se imaginan el nerviosísmo de ella. Nos contó que nunca ha comido, albóndigas mejores a las de ella. Muy buena cocinera era la señora Antonia Ramos, mi abuela.

Nos sentimos alagados entre ellos y queridos por demás con su cortesía y buenos deseos para con nosotros, ojalá un día no muy lejano, podamos volver a verlos, no en un velorio, sino en una celebración. Nos prepararon un festín en un dos por tres en casa de mi tía María. Me encantó el lugar, lleno de recuerdos que yo ya había visto. Retratos de las tías y tíos, el tío Rafael rápidamente salió y trajo su colección de retratos y allí, pude ver y recordar a mi gente que se ha marchado a la eternidad y recuerdos del pasado de ellos. De los retratos que vi, me encantó el de donde se ve la casa de Tía Ramoncita López y lo que el pueblo fué, el de tía Chuchito y su familia de jóvenes, el colage que hizo mi tía María con las fotos de mi tío Germán, aunque no le tomé ninguna foto a ese retrato, que pena. También me gustó mucho ver los retratos que yo ya había visto en casa de mi abuela Antonia Ramos. Creo que tendríamos plática para mucho rato. Nos despedimos de ellos con alegría y gusto de haberlos visto y con sonrisas y buenos deseos para todos y cada uno de ellos.

Llegamos a casa de mi tío Carmen Medina y su esposa Vianey en alguna parte de la ciudad de Los Ángeles. Les digo así porque no tengo ni la menor idea de que barrio es. Solo se que es muy bonito. Me sorprendió su atención para con nosotros y de paso, su amabilidad y buen carácter. Es otro de mis tíos de los Medina que por primer vez convivo con él y primer vez que conosco a su señora esposa y a uno de sus hijos, Antonio Medina, mi "nuevo" primo.



Rafael mi hermano me preparó algo especial para mi, me sentí privilegiado.



Pescado para los que comen pescado.


Leonardo, tíos Carmen y Vianey Medina.


Tío Antonio, Leonardo, tío Carmen, Gloria y José Medina.





Por la mañana, café con bagels, crema y miel de abeja. Amables conversaciones. 


Abrazo fraternal entre Leonardo y Antonio Medina.



Rafael y Antonio Medina.





El pilar mayor de esa casa, tío Carmen Medina González.


El hijo y el padre, Antonio y Carmen Medina.


Rafael y tío Antonio Medina González.
                                            Tío Carmen, buscando fruta de persimón madura.











Hablando de Antonios, también vi a mi tío Antonio, el mayor de mis tíos de esa familia Medina González, que aparte de ser mis tíos muy cercanos, también son parientes por lo González y llevan los mismos apellidos que nosotros, Medina González. 









                      Arquitectura de exteriores, hecho por el tío Carmen Medina.  





















Fué de veras, un gustaso el poder sentirlos, convivir con ellos y "cotorrear" de anécdotas de antaño y planes a futuro. También tuve el gusto de ver al querido "Nardo", Leonardo Medina, Alfonso y a Alicia con sus respectivos esposos, ellos son los hijos de mi tío Pancho Medina y Conchita Aguilera. Hacía igual, siglos que no los veía, creo que desde que eramos unos adolescentes aunque a Nardo lo ví hace unos cinco años en Seattle, cuado estuvo de visita en casa de mi hermano Rafael. Mucho me divertí con ellos de niño, de la familia Medina, fueron ellos con quienes más convivimos y en su casa, se celebraban las mejores navidades. Todos éstos primos, estamos enlazados porque somos nietos de tres hermanos, los hijos de mi tío Pancho son nietos de mi tío Palemón Medina, mi primo Antonio y mis tíos Antonio y Carmen son nieto e hijos de mi tío Antonio Medina y nosotros, nietos de Pedro Medina Castro, de La Ordeña en Pueblo Nuevo Guanajuato.
















La casa de mi tío Carmen Medina y su esposa Vianey, es un verdadero paraíso. Toda la vegetación que tiene allí en su casa es maravillosa y el cuidado que les da es sin duda meticuloso y bien hecho. Vi plantas que de veras me gustaron. Solamente que el clima de Seattle no es el de California, acá, no sobrevirían ese tipo de vegetación. Yo, como gran aficionado a la jardinería, siempre trato de traer semillas de plantas que se no crecerán pero que sin embargo, las traigo con el afán de por lo menos, ver la planta pequeña en una maceta. Creo que es, mi casa ideal, sobre todo en cuanto a la jardinería se refiere. Allí pasaría yo, horas enteras en el cuidado de la vegetación. Ahora me doy cuenta que estudié la carrera equivocada, debí estudiar Arquitectura del Paisaje, para la conservación, mejora y diseño de los espacios exteriores, tendré que hacerlo aunque sea de viejo y por mera satisfacción, jajaja. Me gustó montones estar allí con ellos. Gracias tíos por recibirnos con tanta amabilidad y por ser anfitriones de cinco estrellas.








         Tronco de un árbol de puchote.













Aunque el viaje no fué de recreación, ese luto se llenó de alegría al ver a mis parientes que no veía en tanto tiempo. Es tan importante mantenerse en contacto y sobre todo, convivir con ellos. Con Hugo, es ya demasiado tarde, solo me queda orar por el eterno descanso de su alma y de la de mi tío Chava. Hacerlo pero con los que viven, lo debemos hacer con más frecuencia. Como reza el dicho, "en vida hermano, en vida". Saludos a todos y seguimos en contacto.



Alfonso, José, tío Antonio, Leonardo, Rafael, Antonio chico, Alfredo, Alicia, tío Carmen y Daniel Medina.

             Alfredo, Leonardo, Antonio y Rafael Medina.