domingo, 27 de febrero de 2011

Maya Angelou, La Familia Humana.


Cuando fui estudiante de la U, la Universidad de Washington. En una de las muchas clases que tuve que cursar, leímos un libro de Maya Angelou. Poetísa, escritora, cantante y una luchadora por los derechos de los negros en EE.UU. Maya Angelou tiene una perspectiva muy humana sobre lo que somos todos los humanos.

El siguiente poema, titulado Human Family en lengua inglesa. Es de mis favoritos de la autora que, aunque rima mucho mejor en lengua inglesa, lo importante es el significado que el poema tiene para todos, dice:

Human Family
Maya Angelou (EEUU, 1928- )

La Familia humana

Noto las diferencias obvias
en la familia humana.
Algunos somos serios,
otros propensos al humor
Algunos afirman que sus vidas son vividas
con verdadera profundidad
Y otros sostienen que no, que sólo viven
la realidad.
La variedad de tonos de piel
puede confundirnos, abrumarnos y deleitarnos.
Somos marrones, rosados y negros y púrpuras,
tostados y azules y blancos.
Me embarqué hacia los siete mares
y me detuve en cada tierra.
He visto las maravillas del mundo,
pero ni a un solo hombre común.
Conozco a 10 mil mujeres
que se llaman Jane o Mary Jane,
pero no he visto ni siquiera a dos
que fueran idénticas.
(...)
Buscamos éxito infinito,
pero todos nacemos, morimos y partimos.
Diferimos en cosas muy pequeñas,
pero nos precemos en cosas importantes.
Noto las diferencias obvias
entre cada clase y cada tipo.
Pero somos más parecidos,
amigos míos, de lo que somos diferentes.
Somos más parecidos, amigos míos,
de lo que somos diferentes.
Somos más parecidos, amigos míos,
de lo que somos diferentes.

Human Family

I note the obvious differences
in the human family.
Some of us are serious,
some thrive on comedy.
Some declare their lives are lived
as true profundity,
and others claim they really live
the real reality.
The variety of our skin tones
can confuse, bemuse, delight,
brown and pink and beige and purple,
tan and blue and white.
I've sailed upon the seven seas
and stopped in every land,
I've seen the wonders of the world
not yet one common man.
I know ten thousand women
called Jane and Mary Jane,
but I've not seen any two
who really were the same.
Mirror twins are different
although their features jibe,
and lovers think quite different thoughts
while lying side by side.
(...)
I note the obvious differences
between each sort and type,
but we are more alike, my friends,
than we are unalike.
We are more alike, my friends,
than we are unalike.
We are more alike, my friends,
than we are unalike.

Maya Angelou

miércoles, 16 de febrero de 2011

Una flor desconocida del patio de mi madre.


Hace años, que mi madre me comentaba de una planta que de repente, comenzó a crecer en su jardín junto al limonero. Con el tiempo se convirtió en una enredadera que cubre gran parte del árbol. Es una enredadera rarísima que nosotros jamás la hemos visto a nadie en ningún otro sitio. No sabemos el nombre de la planta ni su procedencia. Solo la tenemos allí como un ejemplo de la belleza de la naturaleza. Florece para la época de lluvia, entre los meses de junio hasta octubre y su fruto es una vaina de llena de semillas que se encuentran entre un pellejo café como de papel que las cubre.

Aunque la enredadera no comienza como una planta fibrosa, con tiempo y maduración se convierte en una enredadera fibrosa, algo leñosa, enorme como de diez metros y quizá más grande pero en la casa de mi madre, ese tamaño tiene en la actualidad. 

La flor es ovoide, cuelga de un tallo y no es perfumada, es atractiva y de un color entre marrón y púrpura con el centro amarillo pero no se le ven pistilos aunque supongo que los tiene. Solo una vez en mi vida he visto a la enredadera florecer. Mi madre siempre me contaba que se llenaba de flores pero a mi nunca me tocó verla porque por lo regular, voy de visita al pueblo en época de invierno. 

¿Álguien sabe el nombre de ésta enredadera? Si acaso la han visto y saben el nombre aunque sea el nombre común, háganmelo saber. Me gustaría poder nombrarla por su nombre. 

domingo, 13 de febrero de 2011

El Cupido del día de San Valentín.



El Cupido es uno de los símbolos de San Valentín. Se le conoce como un niño alado y armado con arco y flechas que son disparadas a Dioses y humanos, provocando que se enamoren profundamente. En ocasiones, es representado también con los ojos vendados, para mostrar que el amor es totalmente ciego.
Su propia historia de amor aparece narrado en su forma más completa en la novela latina, "El asno de oro" o "Las Metamorfosis" de Apuleyo (s. II d.C.).


En la antigua Grecia, el Cúpido era conocido como Eros, el hijo jóven de Afrodita la Diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Para los romanos el Cupido es el Dios del amor. El Cupido es el hijo de Venus y de Marte, el Dios de la guerra. El Cupido era ayudante de su madre Venus, dirigía la fuerza primordial del amor y la llevaba a los mortales. Era un pícaro y muy carismático, pero a veces cruel con sus víctimas, ya que no tenía escrúpulo alguno ni compasión para con ellas. A la espalda llevaba dos clases de flechas: unas doradas con las plumas de paloma que provocaban un amor instantáneo y profundo, y otras de plomo con las plumas de búho que provocaban la maldita indiferencia del ser que uno quiere y que ese ser, nos ignora con la indiferencia.


Consciente del poder que tenia, a veces rechazaba las peticiones de su madre y los demás dioses de interferir en el curso de la vida de algunos mortales así que provocaba frecuentes problemas a los Dioses del Olimpo. Un día se enfadó con Apolo cuando éste bromeo sobre sus habilidades como arquero, así que el Cupido hizo que Apolo se enamorara de la ninfa Dafne y a ella le disparó una flecha con punta de plomo. Dafne rezó al Dios río Peneo pidiendo ayuda y fue transformada en un árbol de laurel, que se consagró a Apolo.


Así entre rebeldía y travesuras, el cupido cumplía con su cometido, al paso del tiempo Venus comenzó a preocuparse porque su hijo no crecía. Así que en busca de una respuesta se dirigió al Oráculo de Temis, quien le dijo: "El amor no puede crecer sin la pasión". Venus no comprendió la respuesta hasta que nació su hijo Anteros, el Dios de la pasión. Cuando estaba junto a él, el Cupido crecía y se transformaba en un hermoso y apuesto jóven pero, cuando se separaban, volvía a ser un niño, el niño de siempre.


Por otro lado, en la Tierra de los mortales vivía una princesa llamada Psique (Alma), que a pesar de ser tan bella no lograba encontrar marido pues los hombres que la idolatraban no se sentían dignos de ella. Su padre intentó hallar a través del oráculo de Delfos un buen marido para Psique, pero éste predijo que ella encontraría el amor en un precipicio. El marido que le sería destinado a Psique, una serpiente alada, terrible y poderosa, que llegaría hasta ella y la haría su esposa.


Venus celosa por la gran belleza de Psique le pidió al Cupido que la hiciera enamorarse locamente del hombre más feo, vil y despreciable del mundo. Enterada de que se encontraba en el borde del abismo, envió a su hijo a dispararle sus flechas pero éste al verla, se enamoró profundamente de ella y creció hasta convertirse en un apuesto y majo jóven.


Contra los deseos de Venus, el Cupido llevó a Psique por arte de magia a un castillo aislado y se casó con ella. Teniendo la condición de que como simple mortal, tenía prohibido mirarlo. La princesa al sentirlo cerca y escuchar su dulce voz varonil no sintió temor. Estaba segura que no era un monstruo, sino el apuesto amante esposo que tanto tiempo había deseado. Él la visitaba todas las noches rogándole siempre, que no viera su rostro.


Eran muy felices hasta que convencida por sus envidiosas hermanas, Psique rompió la prohibición impuesta por los Dioses y miró a su marido. Eso le valió el castigo de ser abandonada por el Cupido, quien con tristeza se despidió diciéndole:
-"El Amor no puede vivir sin la confianza".


Expulsada del castillo, la arrepentida princesa recorrió el mundo en busca de su amado, superando una serie de desafíos cada vez más difíciles y peligrosos impuestos por Venus. Como última instrucción le dió una pequeña caja indicándole que la llevara al inframundo. Tenía que llevar un poco de belleza a Proserpina, la esposa de Plutón. Se le advirtió también que por ningún motivo debía abrir la caja. Psique se alistó para el viaje y durante el, se enfrentó a varios peligros que fueron superados gracias a los consejos dados. Sin embargo, la curiosidad por abrir la caja la venció. Así que lo hizo y al momento de hacerlo, cayó en un profundo sueño que parecía la muerte.


El Cupido al encontrarla, le retiró el sueño mortal de su cuerpo y lo puso de nuevo en la caja. Finalmente la perdonó al igual que Venus. Fue tanto lo que ella luchó que finalmente los Dioses, conmovidos por el amor de Psique hacia el Cupido, la convirtieron en una Diosa para que pudiera reunirse con su amado.


Felizmente, el Cupido y Psique: El Amor y el Alma, se unieron tras duras pruebas. De esta unión nació una hija llamada Voluptas cuyo nombre significa "Placer", de donde derivan palabras como voluptuosidad.


A partir de la historia de estos dos personajes el amor ha sido simbolizado por dos corazones atravesados por una flecha: la flecha del Cupido. Y así termina el bellísimo mito del Cupido, el Dios del Amor para los romanos o Eros para los griegos y para nosotros, símbolo del verdadero amor.

jueves, 10 de febrero de 2011

¡¡¡Vuelve el Amor!!!

De mis grupos favoritos... Vuelve el Amor, canta La Unión. Vivan los años ochenta.



Vuelve el Amor.

Me haces sentir, que quiera ser mejor.
Me haces reír, cuando me despierto
y ya, llegó el momento de aprender
de nuevo a confiar.

Me has de enseñar, me has de enseñar,
me has de enseñar, me has de enseñar.

Vuelve el amor, a correr por mis venas
y ya, vuelve el amor, a romper las cadenas
y ya, llena de calor, a un pobre corazón.

Me has de enseñar, me has de enseñar.

Triste es vivir, con un caparazón,
para evitar, que nadie mas te hiera,
y vas, quitando tiempo al tiempo
para apreciar todo lo demás,
y a los demás, y a los demás,
y a los demás, a los demás.

Vuelve el amor, a correr por mis venas,
y ya, vuelve el amor, a romper las cadenas
y ya, llena de calor, a un pobre corazón.

Me has de enseñar, me has de enseñar.

Vuelve el amor, a correr por mis venas,
y ya, vuelve el amor, a romper las condenas
y ya, llena de calor, a un pobre corazón.

Hoy más que nunca te necesito,
tanto como un niño.
Hoy dejaré el alma abierta,
que entre brisa fresca
y ya, vuelve el amor,
a un pobre corazón.

Me has de enseñar, me has de enseñar,
me has de enseñar, me has de enseñar.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Antonia Ramos Rivera, mi abuela materna.

La niña Antonia Ramos Rivera y su nana, "mamá Gerardita", Gerarda Olivares.

En un día como hoy, pero de 1909, nació mi abuela materna, Antonia Ramos Rivera. Hija menor del primer matrimonio de su padre, Don Germán Ramos Solís y de Antonia Rivera Mota. Quedó huérfana de madre a los dos meses de edad y vivió para ser mi abuela y la abuela de otros catorce nietos que tuvo. Siempre sonriente, siempre alegre, siempre ocupada, siempre cariñosa.

Entre sus miles de historias, una que recuerdo que nos decía es:

De una,
de dola,
de tela,
canela,
zumbaca,
tabaca,
de vira virón,
cuéntalas bien,
que las once son,
en el reloj,
de la Consepción.

Requiescat in pace.