lunes, 31 de octubre de 2011

Las Calaveras Literarias.

La Catrina de José Guadalupe Posadas. 

El Esqueleto sobre la tumba de Diana Warburton, 1693, Parroquia de San Juan, Inglaterra.

Cuando hablamos de la vida, la muerte tiene lugar. No son el temor ni la tristeza las compañeras de la “calaca” en esta ocasión. Son la escritura en verso y los grabados que dan vida a imágenes muy mexicanas, divertidas y jocosas, transformadas en una opción de desahogo cuando se vive un malestar.

Una de las tradiciones mexicanas en peligro de extinción son las “calaveras”, antiguamente llamadas “panteones”.

Las calaveras o panteones son como un epitafio-epigrama lacónico, dice el zamorano Eduardo del Río “Rius”, y están escritas en forma de verso dedicado a los amigos y a los otros, sólo en Día de Muertos. Una de sus características es que constituye una oportunidad para expresar lo que se piensa acerca del otro o de los otros, de espacios, funciones o cosas, de un régimen del pasado y del presente. No es fácil decir lo que uno piensa de los demás, por eso las calaveras constituyen una forma de literatura valiente.

Quienes escriben calaveras o panteones son personas que ven a la muerte con un sentido del humor, combinado con ingenio que le imprimen a sus escritos. Gustan desarrollar su imaginación para decir lo que piensan, aceptando el reto de comunicarse en verso, octavas o décimas de todos los sabores y gustos.

Esta forma de escritura se desarrolló desde el siglo XIX. Al cobrar fuerza en el siglo pasado, las calaveras comenzaron a ser censuradas por los gobiernos en turno, debido a que una gran cantidad sirvió como crítica a los funcionarios, pues en ellas se manifestaba la inconformidad que imperaba entre los gobernados. La policía llegó a confiscar o a destruir muchas de éstas, por eso no es fácil encontrarlas en las hemerotecas. A pesar de la censura, en el Día de Muertos se ejercía, y ahora muy poco, esta forma de escribir, con el consentimiento de las autoridades.

Hay quienes hicieron periodismo atrevido con las calaveras dedicadas a magistrados, maestros, poetas, militares, artistas y otros personajes, mismas que publicaban en hojas sueltas, en periódicos, revistas, y se vendían al público el 2 de noviembre. Entre estas publicaciones se encuentra La patria ilustrada, semanario del siglo xix, que registra algunas de las calaveras más antiguas.

También hay quienes se manifestaron con gran fuerza en el arte sobre el tema de la muerte. El más reconocido por sus grabados e ilustraciones de calaveras fue José Guadalupe Posada. Sus calacas de Francisco Villa, de Zapata, sus famosas catrinas, Don Quijote de La Mancha y calaveras ciclistas, entre otras, dieron la vuelta al mundo.

Después de ese gran movimiento de masas e ideas que fue la Revolución Mexicana, arreció el control de escritos sobre la vida política y, como consecuencia, las calaveras abundaron para personajes famosos

A inicios de la década de 1940, el Taller de Gráfica Popular (donde colaboraban grabadores como Zalce, O'Higgins, Anguiano, Yampolski y otros) impulsó, entre otras actividades, las calaveras. En ellas podemos medir el descontento social, escolar o laboral.

Con el surgimiento de su periódico El apretado, en 1950, Renato Leduc impulsó las calaveras sobre políticos, política y otros personajes de la vida pública, que aún circulan en el ambiente.

En la actualidad, las calaveras anónimas languidecen aunque las veamos aparecer en hojas, pasando de mano en mano en las calles, acompañando a las multitudes. Cada vez que se festeja el Día de Muertos, su producción es menor y escasos sus escritores.



La Vanidad Terrenal y la Divina Salvación por Hans Memling. Contrasta con la belleza y lujo terrenal y el prospecto de la muerte y el infierno.  

La Vanidad de Philippe de Champaigne, 1671 reducida en tres esencias: La vida, la muerte y el tiempo.

Las siguientes calaveras literarias, son para mis amigos de facebook. "La Morena", Magdalena González Saldaña, me invitó a hacer unas. La verdad que no tenía ni la menor idea de como comenzar ha escribir. No crean que soy un creador de ésto, son frases sin ton ni son para divertirnos.


Calaveras Líricas divertidas para el dos de noviembre de 2011.


Es una verdad sincera,
lo que dice esta frase:
que sólo el ser que no nace,
no puede ser calavera.

Estaba Magdalena "La Morena" feliz,
tratando de cocinar,
Argelia mi hermana llegó y le dijo,
alfeñiques vamos a fabricar.

En un rincón de la cocina,
la huesuda entre el trastero escondida,
y al ver tanta receta compartida,
dijo, "¡Qué deliciosa comida!".

La Morena y Argelia cocine y cocine,
y los hijos de ambas, nomás come que come,
y la huesuda entre ellas, tome que tome.
Adán, Sergio, Jaime y tío Jesús entre come y como y trago,
murieron atragantados.
La huesuda al ver la escena dijo:
- "A éstos cuatro, me los llevo de cena".

Entre Yvonne y Tere cebolla pique y pique,
cuando la muerte, les llegó al desquite,
preguntó: - ¿Por qué lloran? Eso solo es una cebolla,
y para completar su cena, se las llevó con todo y olla.

La muerte ya cansada, en un rincón de la cocina esperaba,
a Gerardo y a Alfredo para llevárselos con una tostada.
socializando en facebook, es pura diversión sana,
la muerte contenta dijo, me encanta ver facebook toda la semana,
si hubiera visto a tantos amigos faceboleros,
nunca viviría en éste pétreo cementerio.

Etel buscaba comino,
para cocinar su bistec estilo capitalino,
porque quiere cocinar a la mexicana,
y busca los ingredientes por toda España,
la huesuda se le acerca muy cerca,
desde las ventanas vecinas,
para ayudarla a guisar,
las enchiladas potosinas,
pero mejor se la lleva,
junto con Pablo su amado,
al cementerio de al lado.

La Sra. Elena García cocina,
cocina tortilla de papas,
porque a la gente le gusta,
su tortilla de patatas,
todos quieren comer,
de la cocina de los García,
pero la muerte los espera,
el la Tertulia Santander un día,
y no es de su parecer la espera,
por eso los espera,
para llevarlos de Santander,
al cementerio de Ciriego de Santander.

Marian quiere ir de viaje,
a conocer Guanajuato,
y la muerte en Guanajuato,
quiere a Marian Amasuno un rato.

Demacrada y ya cansada,
caminando bajo el sol,
cansada y en el ultramundo,
busca a Marian para llevarla a su mundo.
Marian come tacos de cecina,
con su salsa Valentina,
mientras la huesuda la espera,
a un lado de la cocina,
y al panteón se la lleva después de tanta comida.

Chelito fumaba tranquila,
en un bar con algunas amigas,
pero la huesuda las sorprendió,
junto a su copa de garnacha,
por fumadoras y borrachas,
a Silvia andaba buscando,
y se la llevó con los dientes rechinando.

Se llevó a Chelito a la sepultura,
la flaca la tenía en la mira,
¡Fumarás en el panteón,
muy cerca de tu sepultura!.
La muerte escribió en su lápida,
"Si fumas, tendrás muerte rápida".

En una noche de noviembre,
a Rosa Esperanza y Felipe andaba buscando,
un hombre de negro vestido,
con sus huesos rechinando,
No nos lleves, suplicando,
pero les dijo la flaca, de acá me voy con Uds.,
y moviéndose con prisa,
a Rosa Esperanza y Felipe se los cargó sin prisa.

Coché Coché andaba de nochero,
y la muerte se lo encontró,
se tiró una carcajada burlona,
y sin escuchar sus pedidos,
arrastrando se lo cargó,
hasta la sepultura enojada.

Paseando andaba la muerte,
con ganas de alguien llevar,
la muerte creía tener suerte,
y a todos los en El Camino se podría llevar.

De pronto encontró a una dama,
con ella se puso a charlar,
pero la mujer muy astuta,
a la muerte logró esquivar.

Conchita no se entregaba,
y luchaba sin parar,
con uñas dientes y golpes,
de la muerte logró safar.

La muerte sigue intentando,
a Chani y a Cheli llevar,
quienes se defienden como leonas,
cada vez que la ven asomar.

Rafael anda de enamorado,
y de toda mujer echa un reto,
no se figura el menguado,
que se enamora de un esqueleto.

Se fue temprano a trabajar,
contento con los franceses,
pero sin cerciorar,
que por trabajar se los quería llevar.

Las tías Cristinita e Ima,
estaban cocina y cocina,
mientras sus sobrinos preparan,
calaveras en la cocina,

cocinaban en Georgia y California,
los Daniel preparan mole,
los Rodríguez hacen pozole,
y la pelona se lleva con furia,
por que no le dieron mole ni pozole.

Aquí se quebró una taza,
repleta de mostaza,
la muerte se va a su casa,
cargando su calabaza.

Dios con todos y en su casa.
Melissa y Patrick ayudan,
a preparar la sangría,
que beberán todo el día.

sin darse cuenta que la calaca,
los sorprendería desde la puerta,
nos quiere llevar a todos,
por discusiones de tontos,
y nos lleva al panteón por tontos,
a los tíos Bonnie y Rube Pérez,

Ya sonaron las campanas,
dando doble en el pueblo,
porque murió la calaca,
tratando de llevarse a los del pueblo,
que se encuentran fuera de su pueblo.

Los ricos por su elegancia,
los rotitos con redrojos,
los pobres por su miseria,
los tontos por su ignorancia,
los jóvenes por su infancia
los hombres de edad madura,
todos en la sepultura,
con la viejas, ¡Qué ficción!,
serán como dice el cura:
calaveras de sepultura.

sábado, 29 de octubre de 2011

Hace ya un año que falleció tío Chava González Ramos.




Es verdaderamente increíble como pasa el tiempo. Hace ya un año que falleció tío Chava González Ramos, hermano de mi madre. En éste año pasado, tres miembros de la familia partieron a la eternidad. Hugo, tío Chava y tía Delia Mares Arredondo, madre de Hugo y esposa de tío Chava. 






A tío Chava, lo recuerdo por ser una persona tan diligente con sus hijos mis primos, que era de envidiarse su atención hacia ellos y su enfoque en su crecimiento y protección. Un verdadero padre para ellos. Le recuerdo que cuando eramos chicos, él en persona, nos hacía tacos de frijoles. Deliciosos. Recuerdo el banco de la cocina, la estufa, la mesa. Ya de mayor, pocas veces tuve el placer de ir la casa en donde vivía y la última vez que estuve en el pueblo, cuando él aún vivía, pasé a saludarle pero él, como cada tarde lo hacía, andaba de cacería de güilotas. De esas palomas silvestres que son tan apetecibles y escasas ahora en el pueblo. 


Nunca pensé que el tiempo pasara tan rápido y saber que ya no solo vive ni él ni mi madre. Tampoco mis abuelos ni mis tíos, los hermanos de mis abuelos. El tiempo pasa y la vida se nos va... con el tiempo.


Descansen en paz, todos nuestros antepasados. 



lunes, 24 de octubre de 2011

El Alfeñique en El Bajío de Guanajuato, La Receta y La Elaboracón.

El siguiente ensayo sobre el alfeñique, es recopilación e investigación de VÁZQUEZ Figueroa, María de Jesús, El nuevo aire de una vieja tradición, en Pomar María Teresa (compiladora) El alfeñique.


El nuevo aire de una vieja tradición.

Endulzarse la vida con el pretexto de recordar los muertos comiendo alfeñiques, tiene un arraigo en Guanajuato y forma parte de una gran tradición dulcera que ha halagado los paladares guanajuatenses desde tiempos inmemoriales. Por ello este trabajo habla de cómo se hacía y se hace el alfeñique en esta entidad y de cómo los días de muertos y la promoción de los alfeñiques tomó un nuevo aire gracias a la política de impulso de las tradiciones por parte de las instituciones culturales y educativas oficiales.

UNA TRADICIÓN MÁS VIVA QUE NUNCA

Durante la década de los años sesenta del siglo XX, se llegó a pensar que las costumbres en torno a los días de muertos estaban en vías de extinguirse, ante el embate de otras manifestaciones que resultaban más atractivas a los públicos urbanos, en especial a los niños y jóvenes que crecieron en compañía de la televisión. Pero gracias a la amplia difusión que las instituciones culturales y educativas hicieron de las ceremonias de muertos de nuestro país, así como de los mitos que hablaban del largo camino que seguían los difuntos para llegar al inframundo de los antiguos mexicanos, fue como estas celebraciones y lo que ellas conllevan, tomaron un nuevo aire.

En especial los altares tuvieron una gran aceptación, a tal grado que ahora resulta común encontrarlos en aquellos lugares en donde no tenían arraigo o eran una práctica propia de los campesinos recién emigrados a la ciudad.

En el estado de Guanajuato, con sus variantes en cada municipio, la tradición del Día de Muertos giraba en torno a la visita al panteón para llevar flores a los deudos o comer junto a ellos en sus tumbas, así como regalar los alfeñiques u otros dulces a los niños o a los amigos. También se hacían ofrendas o altares a los difuntos, éstos eran sumamente sobrios: en ellos colocaban un crucifijo, la fotografía del difunto, sus prendas más apreciadas, agua, sal, alfeñique o un poco de fruta. Ello se aprecia en los cuadros de Recuerdos de Silao (1954) y La ofrenda (1961) de Olga Costa, en los cuales, aunque de manera estilizada, están presentes algunos de estos elementos.

En Salamanca, lo más cercano a la manera en como actualmente se lleva a cabo esta conmemoración, se da desde mediados de la década de los sesenta y hasta mediados de los ochenta. Esto ocurrió debido a la gran presencia de los trabajadores de la refinería de PEMEX, procedentes de Oaxaca, Veracruz y Tamaulipas, quienes imprimieron su particular sello a los días de muertos en esta ciudad del Bajío, tanto por sus tradiciones culinarias como por la manera de hacer sus ofrendas.

Otra tradición que surgió con nuevos bríos, aunque nunca estuvo ausente ni amenazada, fue la hechura de alfeñiques. Aquí también jugaron un papel muy importante los concursos y ferias que organizaban las instituciones culturales de la federación y los estados, como la Dirección General de Culturas Populares de la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Cultural Guanajuatense. En última instancia, la prohibición a realizar fiestas de haloween en las escuelas públicas y privadas de educación básica, por parte de los supervisores escolares y otras autoridades educativas.
EL ALFEÑIQUE GUANAJUATENSE

Todo aquello con lo que los guanajuatenses nos endulzamos la vida en las distintas temporadas del año tiene una gran variedad y riqueza, e incluye dulces de xoconostle, cajetas, fresas cristalizadas dulces y picosas, ates, dulces de leche, fruta de horno, lo mismo que las nieves de pasta o de sabores tan insólitos como el tequila, por citar algunos ejemplos.

Los alfeñiques son sólo una parte de esa tradición y cobran especial relevancia por lo elaborado en sus diseños y colorido, los que se elaboran en el municipio de Allende, Celaya, Comonfort, Cortázar, Guanajuato, Irapuato, León, Salamanca, Santa Cruz de Juventino Rosas, Silao y Valle de Santiago.
Pero, ¿Qué son los alfeñiques?

De acuerdo con el Dr. Daniel Rubín de la Borbolla, la palabra alfeñique de origen árabe, se usaba para designar a la "... pasta de azúcar cocida y estirada en barras muy delgadas y retorcidas. Esta artesanía se transplantó como bagaje natural al español. Se le bautizó y se le conoce hoy en día con el nombre de charamusca o listón de azúcar, esto último cuando es brillante, delgado y de diversos colores..." Por lo que llamamos alfeñique a las figuras de azúcar harinosa o azúcar glass que se hacen para Día de Muertos.

Según Ricardo Muñoz Zurita, el alfeñique tiene un origen arábigo-andaluz, y la receta original se hacía a base de almendras. También anota que se denominaba así a un dulce hecho de pasta de azúcar cocida y estirada semejante a las actuales charamuscas o trompadas.

El proceso de elaboración de estos dulces ha variado con el tiempo, por ejemplo, hace 50 años se hacían de azúcar morena, que se compraba en bloques de cinco kilos, por lo que era necesario lolerla en metate para después pasarla por un cernidor de manta normal, de tal manera que quedaba pulverizada. "Como no había grenentina, se utilizaba clara de huevo, limones o chaucle, para darle consistencia a la pasta. Este último ingrediente es variedad del camote: se limpiaba raspándolo con una navaja, posteriormente se rebanaba y se ponía a secar al sol en una tabla, una vez seco se molía en el metate y se colocaba en una manta para poder usarlo.

Las piezas se moldeaban a mano o con moldes, en algunos casos se utilizaban ambas técnicas, sobre todo en los salientes de las figuras, como por ejemplo en los borreguitos: el cuerpo y la cabeza se hacían con el molde, los cuernos, las orejas y las patas se modelaban.

Los moldes de las figuras eran de patol (madera muy blanda que sabiéndola cortar y dejándola secar el tiempo suficiente, no contrae polilla, por lo que era y aún es muy apreciada entre los artesanos). Para algunas figuras como las muñecas, las gitanas y los animalitos, los moldes de la cara o la cabeza eran de barro.

Los diseños tradicionales eran los burritos cargados de leña o con cántaros, canastas, borreguitos, frutas, puerca amamantando a sus puerquitos, gallinas con sus pollitos, patos, muñequitas, gitanas echando las cartas, corazones, leones, gatos, calaveras, entre otros.

Para decorar las piezas se empleaban tintas de goma arábiga o colorantes vegetales. A piezas como los venados y los borreguitos se les ponía oro volador en la cornamenta. Una técnica de decorado que se usa en la actualidad es gragear las piezas y ponerles piel de escarcha, aplicándoles mieles con color vegetal y azúcar granulada.

Otra técnica para decorar alfeñiques es el pastillaje, este proceso de decoración también se le conoce como chinito o piquitos. Antes como ahora, se hacía utilizando cucuruchos de papel o duyas, el ejemplo más notable de la utilización de esta técnica se puede apreciar en los borreguitos de Cortázar.
En la actualidad, los ingredientes que se utilizan son el azúcar glass, grenetina, clara de huevo, limones, colorantes vegetales, azúcar granulada y de acuerdo a la creatividad e ingenio de los artesanos cada uno de los ingredientes puede variar. En cuanto a las técnicas, han variado poco.

El alfeñique ha sobrevivido gracias a diversos factores: es una tradición heredada de padres a hijos. Su elaboración implica invertir cantidades pequeñas d dinero que se recuperan casi en su totalidad. Es un producto que se vende en los municipios en donde se produce y además se comercializa en otras ciudades y estados de la República. En los preescolares se han convertido en tradición llevar a los niños a la compra de alfeñiques o que los artesanos vayan a los planteles escolares a venderlos. Es un elemento inseparable de los altares de muertos de las escuelas y de casi todas las instituciones gubernamentales, ya que forman parte de las actividades festivas anuales.

Independientemente de las políticas oficiales o de las festividades convertidas en rutina, el alfeñique se seguirá produciendo y consumiendo, ya que por lo dinámico de esta tradición se ha adaptado con éxito, en cuanto a los materiales, diseños y formas de comercialización, a los tiempos pasados y presentes y se da el lujo de no tener problemas de identidad.


RECETA PARA PREPARAR LA PASTA DE ALFEÑIQUE.

Con azúcar glass se va a preparar la pasta, nosotras trabajamos por tantos, pero se la doy por kilos para que se entienda: para cinco kilos de azúcar se agregan las claras de 40 huevos, las claras se baten hasta el punto de turrón. antes se empleaba el de pato pero hoy es muy escaso. Se agrega poco a poco el azúcar para formar la pastita, a esta mezcla de cinco kilos se le ponen tres cucharaditas del polvo de chiautle y se le agega un poco de jugo de limón (por cada diez claras 20 gotas de limón). Si se desea algún color en este momento se agrega el colorante vegetal a la pasta. 

Algunos preparan con agua el chiautle antes de mezclarlo con el azúcar y el huevo, pero nosotras no ( se refiere a su hermana Chelito, experta en preparar pasta y hacer miniaturas). Para que la pasta preparada no se ponga dura y se pueda trabajar varios días se tapa con un plástico y se guarda con servilletas algo húmedas, con esta pasta se van a formar las figuritas de borreguitos y otras más. Antiguamente se ponía la pasta dentro de una olla o cazuela, en hojas de calabaza y se enolvía en servilleta de manta humedecida. 

PREPARACIÓN DEL POLVE DE CHIAUTLE.

El Chiautle es la raíz de la planta comúnmente llamada "papalo quelite" (blatia campamulata), este bulbo crudo se rebana en rodajas lo más finas posibles, se ponen a secar al sol sobre tablas que absorben lo húmedo; una vez secas se muelen perfectamente hasta obtener un finísimo polvo que se puede conservar en un lugar fresco y seco por mucho tiempo. El chiautle se compra en el mercado a los que lo traen del Sur (Sultepec), lo vienen a vender los viernes o se les encarga antes de mayo, por que en época de aguas no se seca.



ELABORACIÓN DE UNA FIGURA DE BORREGUITO.

Sobre la mesa de trabajar se pone una pella (pasta suficiente para modelar varias mitades, normalmente calculan para cuatro o cinco), se amasa para sacarle el aire y hacerla suave; se le dan dos o tres vueltas y con un rodillo delgado se aplana (palotea) hasta obtener una pasta de un grosor de más o menos medio dedo; se corta con una charrasca (navaja hecha de una hoja de segueta de acero a la que se le afila por el lado dentado). Un tanto de esta pasta se coloca sobre la mitad del molde, se aplana suavemente para que entre bien en el molde, se recorta lo sobrante de las orilla sy se deja orear mientras se palotea la pasta para otro molde, así poco a poco se van formando las mitades, primero de un lado luego del otro.

Se les da su tiempo para sacarlas o desmoldarlas (unas dos horas); cuando están secas para pegarlas se les unta un poco de clara de huevo o pasta adelgazada con agua y se sostienen juntas un momento hasta que seque la clara. Cuando el cuerpo está seco, unos dos días después, se coloca en una maderita especial que llamamos parador y se le agregan las patas que son macizas, de la mimma pasta (tienen su medida para que queden parejitas y no esté cojo el borreguito); se le agregan los detalles de los ojitos (que son semillas del pápalo o chiautle) o se le pone lana, si se desea. Se decora con la punta de un alfiler o un palillo agregándole bolitas de la misma pasta para formar el punteado que es lo más bonito y tradicional pero es muy tardado y pocos lo hacen; así se elaboran las demás figuritas de alfeñique para los muertitos.

Pomar, María Teresa (2004 en español) Alfeñique (1ra edición) Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del Consejo Nacional para las Culturas y las Artes, en los talleres de Gráfica, Creatividad y Diseño. México, D.F. ISBN 970-35-0578-3.  



El Alfeñique, una presentación.


Alfeñique.

"... 1630 ... Cuenta la leyenda que un hombre dirigió una carta a la corona española solicitando permiso para elaborar un dulce, el dulce hecho de azúcar, huevo y un material propio de la región, para poder venderlo en la calle real de la ciudad en la que vivía. El hombre se llamaba Francisco de la Rosa. El dulce era el alfeique. La calle era la que hoy se conoce como Independencia en la ciudad de Toluca".

Alexander Naimie Livien.

"El alfeñique, por tratarse de un dulce de origen musulmán, no logró la visa de entrada a los monasterios, que eran los principales productores de dulce en la Nueva España. Su producción se refugió en los talleres familiares. Además de que tuvo que "cristianizarse". Los primeros misioneros aprovecharon todo aquello de la religión prehispánica que fuera semejante a las prácticas del cristianismo, como las penitencias, vigilias y ofrendas".

Gerardo Novo.

"Alfeñique, invoca algo delicado y frágil que se transforma en figuras elaboradas por manos pacientes.
Alfeñique, es una imagen del sincretismo que califica a la cultura mexicana".

Julia Naime Sánchez-Henkel.

"La muerte, por todos lados, supervisa las almas que le pertenecerán alguna noche".

Julia Naime Sánchez-Henkel.

"El amaranto es un legado histórico de la cultura indígena y herencia para nuestro paladar. No hay nada más lejano al miedo a la muerte que ver a un niño disfrutando comer una calavera de azúcar. Chocolate... causa ansiedad y melancolía, saltos del corazón, tal parece que el alma se le sale a uno y el cuerpo se rellane de su sabor. Bebida de los dioses, moneda de cambio, consumido como medicina, alimento, refrigerio y golosina. Un dulce juego, baile inmortal del paladar".

Cecilia Portilla.

"La feria es para reconocer el largo viaje del alfeñique por la historia, hasta llegar a nuestra ciudad".

Alexander Naime Sánchez-Henkel.

"La feria es también una celebración a la muerte".

Alexander Naimie Libien.

"Cestas y canastas, con papel de china, a manera de sábanas, reciben a los dulces, recordándonos el moisés en el que se encuentra el recién nacido. La muerte también sabe a pepita, amaranto y chocolate".

Cecilia Portilla.

domingo, 23 de octubre de 2011

Alfeñiques.



Porque ésto de vivir junto a la Muerte, 
Aunque nos la comamos con azúcar, 
Sabe a tiempo perdido, 
a azul silvestre.

Carlos Pellicer.





Desde que era un niño, he tenido una fascinación con los alfeñiques y siempre me encanta comerlos. Ese sabor a limón que tienen y sobre todo las figuras que hacen con el alfeñique, son verdaderas obras de arte comestible. Recuerdo cuando era yo muy pequeño que mi abuela paterna, mi mamá Toña Cuevas "la del rancho". En un trastero azúl que ella tenía, existía un borrego de alfeñique que ella trajo de Cortázar, de la región de donde ella creció. A mi me encantaba ver a ese borrego y ella lo tuvo por años y más años allí. Con el tiempo, se acabó el borrego de alfeñique y nunca más volví a ver otro.



Mi tía Lupe González Ramos, tomó clases de pastillaje y confección de pastelería y su decoración. Recuerdo que ella hacía maravillas en azúcar y tenía unos moldes de barro en los que hacía sus decoraciones y miles de formas para decorar los pasteles. También recuerdo que de una tarjeta de cumpleaños, elaboró un nido con sus palomitas y una rama de cerezo llena de flores, todo comestible. ¡Cómo me gustaba ver esas cosas que ella hacía! Me gustaría volver a ver eso.





Hace unos días, buscaba la receta de alfeñique por internet. Encontré una pero... no se parece a la receta de mi tía Lupe porque la de ella, sabía a limón y era el verdadero alfeñique como yo lo recuerdo. Yo ayudé a mi tía Lupe ha hacer el alfeñique, lo que no recuerdo o no tengo, es la receta, por eso no se como es que debe ser hecho el alfeñique.


Buscando en la red, me topé con la historia más o menos del alfeñique en El Bajío, en Guanajuato y la historia del borrego de alfeñique tan típico en éstas fechas para los días de Todos los Santos.


El borrego de alfeñique se hace de alfeñique, un dulce tradicional de España y se regala a los amigos para la fiesta y celebraciones de Todos los Santos. El borrego de alfeñique es una figura de azúcar hecha sobre un molde y retocada a mano con puyas y collares de flores de colores. Es una figura muy interesante y su origen de ésta tradición data desde al Antiguo Testamento, cuando el mítico Abrahám lleva a su hijo primogénito, Isaac ante Dios Nuestro Señor y le dice: -"Por ti, estoy dispuesto a sacrificarlo". Entonces Nuestro Señor le contesta: - "Se te hace gracia", luego Abrahám tomó de su rebaño un cordero y lo sacrificó como símbolo de amor y de fe o, supuestamente un ángel detiene la mano de Abraham y le entrega un borrego para que haga el sacrificio ante Dios Nuesro Señor.  Jesús dijo: "Yo soy el cordero de Dios que quita el pecado del mundo". 


En si, el hacer el borrego de alfeñique en la región del Bajío, tiene sus antecedentes bíblicos y traído al Bajío por los frailes. Los frailes Franciscanos oficialmente se asentaron el año de 1734 con Fray Joseph de Chaverry quienes además de la evangelización enseñaron artes y oficios, la artesanía del cartón, carrizo, madera y alfeñique, además de la elaboración de la cera escamada a la población indígena de la región. Tradiciones que hasta la fecha, sobreviven a pesar de las invasiones de todo el mundo. 





La celebración de “Todos los Santos” se une con la celebración también del “Día de los muertos”. Los artesanos de la región cada año exponen sus mejores realizaciones en la plaza mayor en el marco de un característico establecimiento o puesto, cubierto de manta blanca que enriquece esta particular tradición en la región y de todas las fiestas populares. Se pueden apreciar creativas figuras de borreguitos de distintos tamaños, gallinas en el nido, calaveras en distintos tamaños, calaveras en su ataúd, las calaveras con nombres propios, puerquitos, fruteros, frutas, canastas, enchiladas, tumbas, muertes, corazones con frases de amor para los enamorados, fresas, etc, etc. todos éstos alfeñiques, son intercambiados entre las amistades para el día de Todos los Santos. Por lo regular existen alfeñiques pequeños para los niños y a precio accesible. Yo recuerdo haber comprado un frutero por .20 céntimos o por cuarenta, una gallina roja cubierta de azúcar, patos, conejos y hasta enchiladas. Aunque no se la receta original, les muestro lo que encontré y de lo que recordé de mi infancia. 

No se si seguirán poniéndose los puestos en el pueblo pero lo que si se, es que la celebración del día de los muertos, se ha convertido en una verdadera verbena popular. Muy feo.


sábado, 22 de octubre de 2011

A un Año de tu Partida Hugo, Víctor Hugo González Mares, mi primo hermano.

La primer resortera de mi primo hermano, 
Víctor Hugo González Mares.

Es simplemente increíble como es que el tiempo pasa, pasa y con el, la vida se nos va. Hace ya hoy un largo año que Hugo, mi primo hermano, dejó de existir. En su memoria, publico el único recuerdo factible, que tengo de él. Su primera resortera. 

Hugo siempre tuvo fascinación al igual que yo, en la naturaleza. Le gustaban los trinos de los pájaros, era una persona muy cuidadosa con los animales y a la vez, le gustaba trepar a los árboles y jugar con una resortera. Le recuerdo que tenía una puntería, que asustaba de lo buen tirador que fue. 

En la última visita que di al pueblo, entre mis recuerdos he conservado por muchos años la resortera que él me dió, su primera resortera. No se de que tipo de palo sea pero, el la hizo y le quitó la corteza áspera que la madera tenía. Yo jugué con ésta resortera muchos años también pero, se ha quedado sin resortes y solo me queda, la horqueta.  


Hugo, hoy... Hablamos de ti. 
Hablamos de ti, pero no con pena.
Sencillamente hablamos de ti, de cómo
nos dejaste, del sufrimiento lentísimo
que fue marchitándote, de tus
cosas hablamos y también de tus gustos,
de lo que amabas y lo que no amabas,
de lo que hacías y decías y sentías;
de ti hablamos, pero no con pena.

Y poco a poco te volverás tan nuestro
que no hará falta ni que hablemos de ti
para recordarte, poco a poco serás
un gesto, un nombre, un gusto, una
mirada que fluye sin decirlo, ni pensarlo.

Miquel Martí i Pol.

martes, 18 de octubre de 2011

Un Cuento del Escritorio de mi Sobrina, Eunice.



Y cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí…. En este momento me doy cuenta de que realmente el dinosaurio sigue aquí, junto a mi, yo solo abro un ojo para darme cuanta de esto tan increíble, no me muevo, ni siquiera me agito ni respiro de forma diferente para que no se de cuenta de que he despertado…no quiero ni que el corazón me palpite porque sería desastroso y quizá me devoraría. Me pregunto ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? Porque de lo único que recuerdo es de haber saltado desde aquel avión cuando casi pisaba tierra y en el que yo me dirigía a mi continente, América. Al caer, yo fui el único que pudo sobrevivir tan gran impacto y no se ni como es que sobreviví. Iba yo en la parte trasera de la nave, quizá esa fue mi fortuna y me salve por eso. Al despertar y al ver como devoraban a mis compañeros de vuelo caídos esos increíbles animales pensé que era un sueño y fue cuando desmayé por que no recuerdo nada más pero, ¿Por qué no me habrán comido a mi? Siendo yo un joven alto, fornido y manco. No lo se. Ahora tengo mucha hambre y ya debieron pasar muchas horas porque he estado inconsciente por mucho tiempo. Veo que el gran dinosaurio se levanta, ¡¡Oh Dios!! Que enorme es. Parece un edificio de tres pisos en movimiento y su piel es muy parecida a la de un cocodrilo pero gigante, que digo gigante, gigantesco y mas escamuda, tal como los describen en los libros de biología de la primaria pero es tornasol de las escamas de cuello. Brilla de colores radiantes a la luz del sol. ¿A dónde irá? Se mueve y pareciera que se dirige al lado opuesto de donde estoy. Tiene la cabeza del tamaño de un coche y unos dientes que se ven filosos y enormes. Parecen cuchillos afilados pero blancos. De la boca del reptil, babea largos chorros que parecen escarchas de babas. Ahora que se ha alejado aprovecharé para escapar… si es que puedo correr y no me ve. Aunque se ve que se mueve con lentitud, realmente un paso de ese dinosaurio son diez o doce míos. Tendría que correr como si estuviese en una competencia de una gran carrera. Solo mi buena suerte que podría seguir teniendo, me ayudará a salir con vida de ésta fantástica aventura.

El joven se levantó y salió de la cueva que tenía y usaba de guarida. Al salir, se encontró con un mundo de animales extraordinarios, muy raros y quería seguir viéndolos detenidamente pero, tenía que pensar rápido hacia donde ir y buscar algo para comer y sobre todo, ponerse a salvo. Después de mucho caminar sin un rumbo fijo y de encontrarse entre un mundo vegetal rarísimo y nunca visto por él. Vió grandes palmeras, helechos gigantescos que parecían árboles de tan grandes en tamaño. Sus hojas, podrían cubrir el techo de una casa moderna, y tenían un olor perfumado. Algo así como si fueran rosas pero no, eran helechos, verdes y llenos de esporas. Las esporas eran muy grandes. Parecían pacanas y de forma algo ovalada, con su piel brillante, lisa y con manchas negras. Se podían abrir y degustar con facilidad aunque al principio la tuvo que probar con algo de duda y mucha prudencia, porque no sabía si pudieren ser venenosas tales esporas y que efecto tendrían en él. En su vida habría pensado que las esporas fueran alimento pero en ese lugar si, era alimento y era la reproducción de los helechos. Se reproducían esos helechos por medio del agua, llovía a cántaros en esa zona de la tierra. Las esporas tenían un sabor a coco. Si, a los frutos de las palmeras y de esos cocos que crecen en las playas y tenían una textura crujiente que al masticar, se hacía y se sentía en la boca babosa y algo amarga pero con un toque de coco y algo aceitosas. Como si uno se estuviera comiendo un plátano alto. Continúo buscando otros frutos, algunos de los que vió eran de los más raros y de unos colores muy llamativos. Como los frutos de las regiones tropicales del planeta. Vió unas frutas que parecían naranjas pero de color morado. Al abrirlas, le dejaban las manos manchadas de un color café o marrón que no se quitaba al lavarse las mano. Al seguir explorando y algo perdido entre tal vegetación y bosques extraordinarios. Pudo también comer unas frutas que parecían asquerosas a la vista pues eran viscosas pero no olían mal y sabían deliciosas, algo agridulces; eran ovaladas, del tamaño del puño de su mano y con una cáscara semi-dura, lechosa y por dentro estaban llenas de semillas pequeñas a diminutas, brillantes, negrísimas y con muchas características que el las relaciona con las llamadas granadas chinas pero gigantes.

Una vez que quedó satisfecho de comer esa exótica y deliciosa fruta, me encontré con el borde de esa selvática zona y comenzaba una zona muy árida, un desierto. Se divisaba en la lejanía un oasis al cual me dirigí con premura. El calor se sentía muy seco y muy caliente. Me siento ebrio de calor y los ojos me pesan como pesado plomo, camino de lado y la cabeza parece estar tan pesada que caigo y no me detengo. ¿Por qué me siento tan mal? Me pregunto. ¿Por qué tengo tanto sueño y siento que me duermo, despierto? No puede ser, tengo que encontrar refugio antes de que me sienta a descansar…me comerán…las fieras de éstas latitudes.

Tratando de evitarlo el muchacho cae y duerme, pues esa fruta realmente le relajo el sistema nervioso. Algo así como si fuera o tuviera el efecto de un calmante natural. Finalmente pudo relajarse y descansar de tanta aventura.

¿En dónde estoy? –piensa desesperado y abre solo un ojo nervioso por el panorama que percibiría esta ve. ¿Qué? ¿El dinosaurio otra vez aquí? ¿Habrá venido por mí? ¿Habré soñado? ¿Será ésto una pesadilla? Recuerdo que al comer aquella fruta me calló unas de esas negras y brillantes semillas en mi pantalón, se me pegaron con la baba que tenían cubriéndoles. – mira cuidadosamente y cual es su sorpresa… la mancha estaba ahí, realmente se daba cuanta que era la segunda vez que despertaba y no había sido devorado por el majestuoso e impresionante dinosaurio ahí delante de él, maravillado y ya sin tanto miedo a lo que pensó era una fiera.

El dinosaurio que tanto impresionó al joven y que pensó que se trataba de una fiera, se acercó al joven con una ternura que parecía increíble verlo y para él muchacho sentirlo en carne propia. El dinosaurio era un reptil carroñero pero amigable y tierno como un cachorro con los seres vivos. Por ello fue que no se comió ni devoró a nuestro aventurero chico. ¡Qué sorpresa tan increíble! Después de tanto susto y pensar que ese adorable reptil se lo comería, pasó a ser un casi adorable mascota silvestre. Triste fue su realidad porque se dio cuenta pronto, que muy cerca de donde se encontró al dinosaurio, comenzó a reconocer las vistas cercanas a su lugar de origen. Sobre todo, la torre más grande de la ciudad de Guadalajara. La despedida del dinosaurio fue triste. Después de haber pensado que tan fantástico animal se lo devoraría, despertó de la pesadilla en el asiento del avión y casi a punto de aterrizar sano y salvo, en el aeropuerto internacional de la ciudad de Guadalajara.

sábado, 15 de octubre de 2011

El Camino Real de Tierra Adentro, presentado por INAH.


Desde 1598 se exploró una ruta con antecedentes prehispánicos que partía del Valle de México hacia el norte, a Nuevo México, conocida como El Camino Real de Tierra Adentro.

Hace más de 400 años, un grupo de soldados y sus familias, se aventuraron a explorar el norte de La Nueva España. Con pisadas de caballos y huellas de carretas, se trazó una ruta que alcanzó mas de dos mil kilómetros.

Éste puente cultural, que une a México y los Estado Unidos, es una referencia de lo que significó la colonización a gran escala y es testigo de la capacidad de integración de sus pobladores con la naturaleza.

Con el paso de los siglos, éste corredor se a transformado, pero continúa siendo un espacio de intercambios tanto de mercancías como de ideas.

Rescatar el legado cultural de los valores e ideas asociadas al Camino Real de Tierra Adentro, es el punto de partida para hacer de esta ruta un eje de desarrollo regional. Se requiere de conjuntar voluntades y esfuerzos, de promover fuentes de financiamiento, políticas de gestion del patrimonio cultural y convenios de cooperación internacional; así como de la participación de autoridades estatales y municipales.

El reunir archivos documentales a permitido conocer las características de antaño de éste camino. Fotografias, mapas, catálogos y testimonios ligados a estudios actualmente desarrollados confirman el valor de este Camino Real.

El fortalecer la identidad regional y la diversidad cultural del Camino Real de Tierra Adentro, permitirá proponerlo como itinerario cultural reconocido por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.

El legado que significa la riqueza de este patrimonio de monumentos, sitios, espacios culturales, ideas y costumbres. Plantea el reto de heredar a las generaciones futuras, no solo el conocimiento de sus valores culturales; sino la posibilidad de hacerlos suyos, para enriquecer su identidad y legarlos a su vez, a las generaciones futuras tanto de ambos países como del mundo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

12 de octubre, Hispanidad. ¡¡¡Viva la Hispanidad y América Cabrones!!!



Hispanidad:
«La mayor cosa después de la creación del mundo, sacando la encarnación y muerte del que lo crió, es el descubrimiento de Indias; y así las llaman Nuevo Mundo». 

Así describía Francisco López de Gómara en su Historia General de las Indias(1552)al continente americano que España acababa de descubrir y de conquistar, incorporando sus repúblicas a los dominios de la Monarquía Hispánica con vistas a su cristianización y consiguiente regeneración por la vía de su independencia. 

Con la emancipación de los virreinatos americanos, durante el siglo XIX se formó una comunidad hispánica de naciones en ambos hemisferios, cuya identidad común ya no era el pertenecer a la Monarquía Hispánica y ser católicas, sino caracterizadas por el uso del idioma español como lengua oficial. 

No cabía otra denominación a toda esa comunidad que la de Hispanidad, recuperando así un término añejo ligado a la lengua española, registrado por primera vez por Alejo Venegas en su Tratado de Ortografía y Acentos de 1531. 


Con la celebración del cuarto centenario del Descubrimiento de América, en 1892, cuajó la idea de celebrar la efeméride del 12 de Octubre como Día de la Hispanidad, instituyéndose como Fiesta Nacional de España en 1918 por parte de Antonio Maura, así como en Argentina un año antes.

Sin embargo, al calor de la Hispanidad, cuajó entre autores de raigambre católica como el sacerdote español Zacarías de Vizcarra, el Arzobispo de Toledo Isidro Gomá y el ensayista español Ramiro de Maeztu la idea de una Hispanidad ligada precisamente a lo que habían sido los esquemas de identidad de España y América durante el Antiguo Régimen: la religión católica y el reconocimiento de la soberanía de la Monarquía Hispánica. Maeztu protestaba precisamente por «la constante crítica y negación de las dos fuentes históricas de la comunidad de los pueblos hispánicos, a saber: la religión católica y el régimen de la Monarquía católica española» en su primer artículo de una serie publicada en Acción Española desde 1931 hasta 1934; trabajos que cristalizarían en su Defensa de la Hispanidad, donde postularía una suerte de una federación o confederación de pueblos hispanos, con el poder moderador de la Monarquía Hispánica, entendida ahora como Monarquía Católica, basada en la interpretación tradicional del catolicismo y en el corporativismo socio-económico, tan en boga en aquella época.

Si bien puede parecer artificiosa esta definición de Hispanidad, en tanto que deja en segundo plano su referente común, la lengua española, desde luego es más asumible que la suposición delirante de una Indoamérica al estilo de Víctor Raúl Haya de la Torre. Y ya el colmo lo constituye convertir el 12 de Octubre de 1492, el Día de Colón tal como lo concibió José María González, Columbia, en insulso y multicultural «Encuentros de Dos Mundos», como los indigenistas hispanoamericanos sostuvieron a coro con una resentida y analfabeta socialdemocracia española (comprometida con el no menos insulso término Latinoamérica), durante los fastos del Quinto Centenario de aquel descubrimiento de ese Nuevo Mundo, América, a cargo de Cristóbal Colón, hecho que cambió por completo nuestra concepción del mundo.


Directamente tomado de: http://www.reeditor.com/columna/1188/15/internacional/hispanidad

martes, 11 de octubre de 2011

La Sociedad Micológica del Estrecho de Puget presenta su exhibición de 2011.


 La Sociedad Micológica del Estrecho de Puget o el Puget Sound Mycological Society presenta otra vez, su exhibición de 2011 en Magnuson Park. Es la presentación de hongos más completa de los EEUU con cientos de especies de hongos. ¿Tienes alguna duda sobre alguna especie que no sabes si es venenosa o comestible? Allí te contestan. Muchos expertos y amantes de la micología asisten y con gusto contestan todas tus preguntas.

Ve a verlo si estas en Seattle, te divertirás y además aprenderás sobre hongos comestibles, venenoso y hasta alucinógenos. Es interestantísimo asistir a éste tipo de exhibiciones. 

Además de eso, presentan platillos, venden playeras, libros muy informativos y hasta juegos para niños todos relacionados con la micología.





lunes, 10 de octubre de 2011

Packwood y Boletus.




Otra vez fui en busca de boletus, el famoso hongo de porcini que es tan alusivo. Fui al mismo sitio en donde los he encontrado cada año pero, ésta vez, solo encontré cinco. ¡Cinco! Y es que creo que la temperatura ambiente y sobretodo, el verano, (que nunca llegó)tuvieron que ver con tan escasa cosecha. Ya está nevando a esas alturas de las montañas y apenas es primavera en la zona. 
Despues de buscarlos por todo el día, regresé a Packwood, un pueblo enclavado en plena sierra. Que ya vivió mejores años y que en la actualidad, es punto de paso para llegar a otros pueblos de la región. 




Packwood se encuentra en un valle en el condado de Lewis. Cerca del río Cowlitz y entre los volcanes Rainier y Adams. Se cuenta que la zona comenzó a poblarse en 1854 por James Longmire y William Packwood. Dos pioneros que anteriormente habían viajado por la zona en busca de un paso que les diera mejor acceso de este a oeste. Los dos hombres escogieron una ruta por el río Nisqually a Longmire y sobre el paso de Bear Prairie en donde encontraron el arroyo Skate y lo siguieron hasta su desenbocadura con el río Cowlitz.
El haber sido los primeros hombres blancos que fueron vistos en el valle de Cowlitz, su apariencia causó considerable revuelo entre el campamento indio de la boca del río Skate. Jim Yoke, un jovencito de esa época, estaba pescando el río Skate y años después, una vez que aprendió a hablar inglés, les comentó a la gente lo asustado que estaba. Dijo: "Me lun-um, me lose pish", que significa, "estaba solo y me oriné".
No se sabe mucho de los viajes de William Packwood después de haber llegado a Packwood pero, sin duda alguna, anduvo explorando y "prospecting" o sea, buscando oro y plata para hacerse ricos de la noche a la mañana.
William Packwood además de haber fundado el pueblo de Packwood, también construyó el sendero al este de las montañas Cascadas. Descubrió una mina de carbón. William Packwood vivió en Nisqually, Tenino y Centralia visitando la zona una vez por año.
El valle ahora llamado de Chehalis, Yakima, Nisqually y Cowlitz de Abajo, fue poblado muchos años antes que el hombre blanco supiera de su existencia. Los indios viajaban fuera de la zona y sabían de la existencia y de la vida del hombre blanco que poco a poco, tomaba sus territorios. Los indios de la zona, vivían en la rivera del río Cowlitz. Ellos nunca se enfrentaron a los blancos y consecuentemente, nunca hubo un tratado ni una reservación para ellos. Adoptaron la ciudadanía estadounidense y perdieron la tierra.
Éstos indios Cowlitz tenían muchos campamentos por estación como Muddy Fork, Skate Creek y Hall Creek en donde pescaban y cazaban venados y ciervos. Secaban la carne para ser usada en invierno. Viajaban a las montañas en busca de mirtillas que también secaban para usarlas como pasas en invierno. En época de invierno, los indios viajaban de arriba a abajo del río Cowlitz hasta las cascadas viajando en canoas o a pié en sendero. En un invierno, el río se congeló y los indios fueron forzados a viajar sobre hielo y parte del sendero. El sendero al este de las montañas iba hacia arriba de la división este-oeste entre los ríos Cispus y Cowlitz y sobre el paso de Cispus. Se le conoce como el "sendero viejo de Klickitat" y parte del sendero aún está en uso.
Los más notable indios de la zona fueron Jim Yoke y "Bat" Kiona. Jim se casó con su mujer Annie, una india de la tribu Yakima y fueron figuras muy comunes en el poblado. Siempre agregando color y folclor para las celebraciones del 4 de julio. Su hijo, Alex Yoke, trabajó para la policía de los indios por muchos años que con el tiempo, todos se acomodaron en cabañas y vivieron hasta su muerte en Packwood. 
Como en todo inicio de algún poblado, es siempre difícil y es mucho trabajo el lograr que un pueblo sobreviva como tal. En la actualidad, Packwood es un poblado muy pequeño. Llueve muchísimo en la zona y esta rodeado de bosque por doquier. Es una zona bonita pero, a mi me gusta el bullicio de la ciudad. Packwood, no es para mi. 
El viaje terminó con unas vistas impresionantes del volcán Rainier, el agua blanquesina del deshielo de un glaciar que baña al río Cowlitz. Algunos animales silvestres que me tocó ver y con una llovizna de todo el día. Regresé a casa ayer, mojado y contento de vivir en una zona tan hermosa de la tierra, sin olvidar nunca, al Bajío de Guanajuato.





domingo, 2 de octubre de 2011

Es otro dos de octubre en el pueblo.

Otra vez, celebramos en Pueblo Nuevo, otro dos de octubre. Una celebración netamente municipal. En ésta ocasión les presento, un poéma lírico, escrito y hecho por Arturo Arroyo un dos de octubre de 1965. Celebraban entonces, el cincuentenario dos de octubre en esa fecha.




POEMA LÍRICO, que con motivo del primer cincuentenario del 2 de Octubre de 1915-1965, fue dicho por su autor el Sr. Arturo Arroyo, en la fecha conmemorativa.

Es hoy 2 de octubre un día señalado,
la fecha y la historia nos lo han recordado;
y juntos venimos, amigos y hermanos,
a cantar la gloria de aquella victoria de los neopoblanos.

Corría el año 15 en el calendario,
con el día que fijó, el que hoy cursamos;
pugna fratricida, revuelta sangrienta,
por causas distintas y los desacuerdos de los mexicanos.

Le tocó a éste pueblo por las circunstancias,
sufrir el embate de algunos malvados;
chusma levantisca de indisciplinados,
grupo heterogéneo de vorás rapiña... cretinos osados, 
y fieros instintos, que así pretendieron llamarse soldados.

La gente alarmada ¡Ahí vienen! Gritaban,
estamos sitiados, nos defenderemos con lo que podamos.
Es la dignidad y la honra juntas lo que conservamos;
y no habrá mancilla de nuestras mujeres,
ni de nuestros bienes y nuestros ancianos.

Todos se aprestaron, tomaron sus armas,
a ocupar sus puestos: muros, azoteas y algunos fortines.
Se oyeron descargas de los foragidos
y en un corto lapso el continuo fuego
se hizo más nutrido; y se armó la lucha y el tiroteo, 
cayeron algunos de nuestros amigos.

Muchos voluntarios, casta de valientes;
Jefe Sandoval, Elpidio, Landeros;
con Don Germán Ramos, hermanos Hernández,
Don Pancho Martínez y Antonio Diosdado;
y Carmen Arroyo y el Chato Barreto...
Y otros muchos tantos que ya no recuerdo, 
fueron los que dieron batalla bizarra;
defendiendo honores... Defendiendo al pueblo.

Es lucha cerrada, defensa enconada,desigual combate, teto con la muerte.
Pero había una causa que dejo explicada,
que por su nobleza caracterizada;
hacía que esos hombres por su valentía,
a la misma muerte dejaran airada.

En el día anotado la leyenda cuenta,
que el vil cabecilla de don Pancho Armenta;
tuvo apariciones que sus ojos vieran;
que allá en las alturas, bóvedas concretas,
mujer ataviada con vestido blanco y azul recamado,
subía que bajaba alentando a todos...

¿Quién era la imagen de silueta móvil
que todos miraban...?
Sin duda la Virgen que ayudó a sus hijos
en cruenta batalla...
¡Eras tú preciosa! ¡Virgen de mi tierra!
Virgencita amada de la CANDELARIA...

Presagio feliz fue la desbandada,
que en retiro hicieran nuestros atacantes;
Viéronse impotentes ante la defensa,
que un grupo de hombres, dignos y valientes;
frustraran sus fines, empleando la fuerza.

Se escuchó el clarín tocó retirada,
¡La victoria es nuestra! ¡Toditos gritaban...!
Arrebato toquen todas las campanas,
hemos defendido una noble causa.
Es nuestro el honor de pueblo y doncellas.
¡Gloria a aquellos herbes; los que derramaron su sangre y su vida.

Es hoy 2 de octubre un dia señalado, 
la fecha y la historia nos lo han recordado;
y juntos venimos amigos y hermanos,
a cantar la gloria, de aquella vicoria de los Neopoblanos.
Y de eso hoy se cumple un CINCUENTENARIO.

F I N 

Pueblonuevo, Gto., 2 de octubre de 1965.