lunes, 24 de octubre de 2011

El Alfeñique, una presentación.


Alfeñique.

"... 1630 ... Cuenta la leyenda que un hombre dirigió una carta a la corona española solicitando permiso para elaborar un dulce, el dulce hecho de azúcar, huevo y un material propio de la región, para poder venderlo en la calle real de la ciudad en la que vivía. El hombre se llamaba Francisco de la Rosa. El dulce era el alfeique. La calle era la que hoy se conoce como Independencia en la ciudad de Toluca".

Alexander Naimie Livien.

"El alfeñique, por tratarse de un dulce de origen musulmán, no logró la visa de entrada a los monasterios, que eran los principales productores de dulce en la Nueva España. Su producción se refugió en los talleres familiares. Además de que tuvo que "cristianizarse". Los primeros misioneros aprovecharon todo aquello de la religión prehispánica que fuera semejante a las prácticas del cristianismo, como las penitencias, vigilias y ofrendas".

Gerardo Novo.

"Alfeñique, invoca algo delicado y frágil que se transforma en figuras elaboradas por manos pacientes.
Alfeñique, es una imagen del sincretismo que califica a la cultura mexicana".

Julia Naime Sánchez-Henkel.

"La muerte, por todos lados, supervisa las almas que le pertenecerán alguna noche".

Julia Naime Sánchez-Henkel.

"El amaranto es un legado histórico de la cultura indígena y herencia para nuestro paladar. No hay nada más lejano al miedo a la muerte que ver a un niño disfrutando comer una calavera de azúcar. Chocolate... causa ansiedad y melancolía, saltos del corazón, tal parece que el alma se le sale a uno y el cuerpo se rellane de su sabor. Bebida de los dioses, moneda de cambio, consumido como medicina, alimento, refrigerio y golosina. Un dulce juego, baile inmortal del paladar".

Cecilia Portilla.

"La feria es para reconocer el largo viaje del alfeñique por la historia, hasta llegar a nuestra ciudad".

Alexander Naime Sánchez-Henkel.

"La feria es también una celebración a la muerte".

Alexander Naimie Libien.

"Cestas y canastas, con papel de china, a manera de sábanas, reciben a los dulces, recordándonos el moisés en el que se encuentra el recién nacido. La muerte también sabe a pepita, amaranto y chocolate".

Cecilia Portilla.

3 comentarios:

Bob Mrotek dijo...

Alfredo,
Me gusta mucho ésta presentación. Muchísimas gracias.

betsy dijo...

Bravo Alfred for posting this. Fascinating. I loved it!

Unknown dijo...

¡Qué milagro Bob! Ya casi no me visitas.

I am glad you like it Betsy, I miss the alfeñiques.

Feliz día de Todos los Santos y día de los Muertos.