lunes, 2 de marzo de 2009

Conversaciones casuales

© 2008 Steve Matson CalPhotos
Sonoran Desert Naturalist

Conversaciones casuales pueden resultar en maravillosos descubrimientos. Ayer, conversaba con mi amigo José Vásquez de San Guillermo. San Guillermo es un poblado que se encuentra al otro lado del río Lerma (sureste del municipio de Pueblo Nuevo) y relativamente cerca a mi pueblo. Platicabamos de una y mil cosas y entre la conversación me dice que su abuela le ponía a los "frijoles de la olla", (son frijoles, porotos o aluvias que son solo cocidos y al final se les agrega sal), "yerba del venao" o mejor dicho hierba del venado y para los que saben de botánica la planta se llama, Porophyllum gracile originaria de América. © 2006 Michelle Cloud-Hughes CalPhotos
Es una herbacea que crece silvestre en el campo del Bajío y que recuerdo haber visto. Tiene su aroma y un color como entre blanquisco y verde. Yo nunca me hubiera imaginado que se come tal "yerbita" pero, dicen los que saben más que yo que si, si se come.
También me enteré que si se hace en una infusión de té, es muy buena para la diarrea. Una vez que haga la prueba, les cuento. Recuerdo haber visto ésta planta crecer silvestre en el campo. También recuerdo haber visto otra planta en época de lluvia. La planta salía solo una parte de la tierra y era algo así como las terminaciones de los brocolis o coliflores. Solo que ésta planta daba florecillas diminutas en morado. Supuestamente la gente en campo la come y cada que encuentro a personas del campo les pregunto por esa planta. Me gustaría volver a ver esa y muchas otras.

Recuerdo como me gustaba caminar entre la hierba del campo y el olor que despedían era impresionante y ahora lo recuerdo con nostalgia. Ya verán, un día de verano me trepo a un avión y al pueblo me voy a visitar el campo. Creo que no hay, o yo no e visto, algún libro con una lista florística de Guanajuato. Hace años que un profesor de un colegio de los padres franciscanos de León, estaba a punto de publicar un libro sobre las aves de Guanajuato. No solo las locales, también las aves de paso o que inmigran en el invierno.
No se por que pero siempre me ha interesado la naturaleza. No me gusta "ni tantito" que maltraten a las plantas ni a los animales, aunque si me gustan las corridas de toros. ¡Vaya contradicción! Cuando era pequeño, me fascinaban las palomas, los gallos y los guajolotes o pavos. Una ocación vi por vez primera a una pareja de patos silvestres en el canal de Coria. Aún recuerdo el pescuezo de plumas verdes tornasoles que el macho tenía y que tanto me impresionó. Imagínense que hasta la fecha los recuerdo.

En el cerro de Panales, único cerro del municipio de Pueblo Nuevo. Se puede uno encontrar plantas tan raras y bonitas, que solo me imagino lo que fué esa zona antes que la destruyeramos. Ahora con tanto abono, amoniaco y demás que se usa para la siembra, hemos acabado con toda la vida silvestre que había en el municipio. Hablando de vida silvestre y antes de que se me olvide. Hace siglos que no veo uno de los sapitos que habitaban en el campo. Eran unas miniaturas de renacuajos. Creo que medirían unos dos centímetros de tamaño y tenían la forma de un sapo de los normales. Ojalá que aún existan. También había ranas de esas que trepan y viven entre las plantas. En casa de mi madre tubimos una por años que vivió en una maceta. Creemos que llegó entre la tierra para las macetas que compramos a una persona que la recolectaba del cerro.


En fin, no les aburro más y que tengan todos los que leen, un exelente día, tarde, noche o madrugada. Si desean ver más imágenes de ésta planta, por favor visiten el siguiente enlace
CalPhotos.

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