martes, 21 de diciembre de 2010

Un Eclipse Total de Luna.

He presenciado, un eclipse total de la luna. Siempre me ha gustado voltear a ver al cielo y en cuanto me enteré que habría un eclipse total de luna, (gracias a mi primo Adrián Rodríguez Ramos) yo ni tardo ni perezoso tenía que ir a presenciarlo aunque, la mayor parte de ésta época de invierno esta nublado en ésta zona del mundo. Con un poco de suerte, pensé lo vería como de veras sucedió. El cielo no podía estar más nublado por la noche. Así, decidí salir al lago verde a tratar de ver si por aquello de una chiripada, pudiera presenciarlo. Hacía mucho frío eso sí, pero eso no me impidió que yo tratara de verlo.

Se podía ver entre las nubes a la luna que poco a poco se oscurecía con la sombra de la tierra. A eso de las doce de la media noche, casi como por arte de magia el cielo se abrió y pude observar con toda claridad el eclipse total de luna. Se le veía a la luna como una esfera gigantesca rojiza flotando en el espacio. Es todo una maravilla lo que el poder de Dios o la naturaleza nos ofrece. El último eclipse lunar de la década de dos mil diez. No se requería de aparatos de ningún tipo para presenciar frente a nuestros ojos, el eclipse. La luna se tornó de un color rojo intenso y luego comenzó a pasar por varias tonalidades rojizas mientras el sol, se escondía detrás de la tierra, dando un aspecto fantástico a la luna. Según los expertos astrónomos, "durante un eclipse lunar total, la Luna llena pasa por la sombra creada por la Tierra que cubre la luz del Sol. Un poco de luz indirecta logra pasar y esto le da a la Luna un color espectral.

El tono rojizo que cubrió la Luna se debe a que la atmósfera terrestre desvía los rayos solares que rozan la Tierra, siendo los rayos de color rojo los que alcanzan a llegar hasta el satélite lunar".



Este eclipse total de luna, el único del año, coincidió con la entrada del solsticio de invierno además de que para nuestra suerte, la luna apareció alta en el cielo, lo que fue de gran ayuda para los observadores comunes y profesionales.
La última ocasión que ocurrió un eclipse de solsticio invernal fue hace más de tres siglos, el 21 de diciembre de 1638 y fue observado por Galileo Galilei. Otro eclipse como el que presenciamos, volverá a ocurrir el 21 de diciembre del 2094, según un experto del Observatorio Naval Estadounidense Geoff Chester.

El próximo eclipse lunar total llegará en junio del 2011, pero no se podrá observar en América del Norte. También, el mismo día del eclipse lunar, tenemos la noche más larga y el día más corto del invierno en el hemisferio norte. Aunque no se celebra en Seattle como celebramos el solsticio de verano, es muy bueno saber que ya pronto, llegará la primavera.

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