José José de niñoEs increíble que mi hermano Coché cumpla cuarenta años de edad. José nació al igual que todos mis hermanos, en casa de mis abuelos. Recuerdo que nació por la mañana. Solo recuerdo que fué como un sueño y de repente, nos llamaron para ir a verlo. Tan pequeño y sonriente. Al sonreír se le marcaron los hoyos en las mejillas.
Coché y su familia en Chicago.
La vida de él ocurrió como la de todos nosotros, con tristezas y alegrías infantiles. Él comenzó a trabajar con Reyna la de "Toledo" (un Sr. que hace la famosa birria de cabrito de mi pueblo) les ayudaba con la matanza de los chivos. También muy temprano por las mañanas, se hiba a trabajar al rastro a matar y limpiar animales. Explotación de menores, dirían algunos pero, para nosotros en esa época, subsitencia. Cuando extiste la necesidad de ir a trabajar para obtener el pan de cada día, no importa a que edad tenga uno que trabajar. Al igual que él, mis otros hermanos, mi madre y yo también trabajabamos en "algo" para ganar algunos pesos. Estaba yo estudiando en la Normal Oficial de Irapuato y con los pocos pesos que él ganaba, apenas si me alcanzaba para el autobús a Irapuato. Fué por esa situación tan precaria y por otras cosas, que dejé de ir a la escuela en México.
No estoy aquí para ponerme deprimido ni triste, sino para desearle a mi hermano Coché, un muy felíz cumpleaños. Ya no recibirá la esperada llamada por teléfono de nuestra madre desde el pueblo. Solo el recuerdo de ella nos queda para siempre en la memoria de cada uno de nosotros.
¡Felíz cumpleaños José José!
Coché y su familia en Chicago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario