sábado, 7 de febrero de 2009

La Casa de mi tío Polo




Así es, en el último viaje que dí al pueblo, me encontré con que está en venta parte de la casa de mis bisabuelos. La parte que le correspondía a mi tío Polo, hermano menor de mi abuelo materno. Ellos fueron solo dos hermanos, mi abuelo J. Jesús, papá Chuche y Leopoldo, "Papo" o tío Polo. Ellos nacieron en esa casa al igual que todos mis tíos y muchos de los nietos de ambos. Me incluyo en la lista.

La casa perteneció a 
la señora Ma. de Jesús Pérez, primer esposa de mi bisabuelo Ramón González Núñez. Tuvieron varios hijos pero, por causas quizá de genética, todos los niños murieron antes de nacer o al nacer. Creo que tuvo como siete chiquitines. Finalmente y por una enfermedad, murió la señora Jesusita y mi bisabuelo se volvió a casar, con una sobrina.
Si, corre vena de loco por mi cuerpo, jejeje. El señor Ramón González Núñez se casó con mi tía y bisabuela, la señora Eufrosina Solís González, hija de su hermana Antonia de mi bisabuelo. Pero no fue así por así, no. Para poder casarse, tuvieron que pedir permiso ni más ni menos que a Roma, al Vaticano. Porque no podían cometer tal incesto sin el permiso de la Iglesia. Que chistoso ¿No?, con un documento, se soluciona lo del incesto y punto y aparte, a tener hijos se ha dicho. Ella vivía en Celaya y mi bisabuelo en Pueblo Nuevo. Mandaron "pedirla" y fueron a caballo por ella hasta Celaya los parientes de mi bisabuelo. Mencionaban que un tío Felipe González y otro tío creo que Porfirio González, primos de él.

El chiste es que se vende, no tengo ni idea de cuanto piden por ella pero creo que es un dineral. Parece que he escuchado que la venden en siete millones, ochocientos mil pesos. Aproximadamente en seiscientos mil dólares. Muy cara. La pobre casa es la mitad de una casa, si, está localizada en pleno centro del pueblo. Pero, no deja de ser un pueblo y no es San Miguel por hacer la comparación, la casa requiere de muchas restauraciones. No creo que la vendan por esa cantidad ni que haya comprador que quiera comprar algo que no se puede remodelar. La ley de conservación del INHA, Instituto Nacional de Antropología e Historia lo impide. En fin, me da tristeza que esté en venta pero, yo no puedo hacer nada por ello. Solo me queda ver y ojalá que quien la compre, la sepa conservar.

2 comentarios:

Celia Ruiz dijo...

Precioso lugar y preciosa casa colonial, aunque muy cara...será muy grande?.
Y la historia de tu familia es de libro, muy interesante, a ratos triste y a ratos divertida.

Saludos desde EL Nilo!!

Unknown dijo...

Bueno, la parte de la casa que se vende mide ocho metros de frente por sesenta y cinco de fondo y diez y seis en la parte de atrás. Es la mitad.