viernes, 5 de febrero de 2010

Hoya de Álvarez, en el Valle de Santiago, Guanajuato.





El las ocaciones en las que he ido de visita al pueblo, Pueblo Nuevo y en recorrido por el estado de Guanjuato, siempre he visto un letrero a un lado del camino rumbo a Yuriria que dice, "Ven y Conoce, Hoya de Álvarez". Es una zona protegida del municipio de Valle de Santiago. Lo que en realidad es, es un volcán extinto como los muchos que esa zona de Guanajuato tiene. Que en verdad son muchos y que al principal de Valle de Santiago, le han estado explotando parte de la pomacita que tiene y venderla para los caminos. Todo un pecado capital porque es el principal cerro que identifica al municipio de Valle de Santiago. Pero bueno, pasemos a lo que ésta entrada trata. En el cráter del extinto volcán existe una ranchería de aproximadamente cuarenta casas. Todas pintadas de un color algo anaranjado. Tienen los pobladores, en lo que fué el volcán, sus terrenos de cultivo, un manantial que les proveé agua para uso diario y que cae en forma de cascada y un supuesto tejado que tiene el rimbombante nombrecito de "palapa" con una pila para los que los visitantes se metan al agua y pasan un día agradable.

Según platiqué con unos pobladores, no tienen nigún sistema de reciclage para la basura ni quien se las recoga, ellos se encargan de quemarla. Ésto quiere decir, que si llevas basura, es mejor traértela contigo de regreso y depositarla en un sitio en donde se pueda procesar tal daño ambiental. No contribuyas a contaminar la población de Hoya de Álvarez, no lo merecen. El poblado de Hoya de Álvarez comenzó a existir a principios de los años setenta del siglo pasado. Se pobló con personas del pueblo cercano de Cerano creo que se llama.




Se entra al camino que es de tierra y en picada. Luego se pasa por una zona que parece el cráter de otro volcán extinto y sembrado de maíz pero no lo sé, solo un geólogo podría con certeza decir si en verdad fué un volcán. Cuando pasé por allí, ya habían cocechado y solo se veían "los toros" de cañas y mazorcas que se tienen así secando y en un envidiable orden. Luego se llega a un camino que comienza empedrado y se sube una cuesta hasta el borde del cráter. Desde allí, se puede ver el poblado de Hoya de Álvarez desde un "mirador" natural y curva de entrada al cráter. Se ven vistas preciosas del cráter y del poblado. Se continúa el camino cuesta abajo y se ve que cruza por entre los sembradíos de maíz del poblado. El poblado se encuentra en la zona muy cerca al ojo de agua. Ya tienen servicio eléctrico en Hoya de Álvarez y aparentemente lo instalaron hace apenas unos diéz años.



         La Sra. Marina Victorio y el Sr. Ezequiel Rivas Ramírez de la Hoya de Álvarez. 
Es éste pueblo de veras, una joya que la modernidad pasa de largo. Ojalá que así se mantuviera pero como todo cambia, seguramente con el tiempo, La Hoya de Álvarez también será arrastrada por la actualidad y será un pueblo con anuncios de coca-cola por todos lados, tiendas por todas las calles, casas fraccionadas y hechas colmenares, basura, botellas y bolsas de plástico regados por doquier, olores a putrefacción, cholos y vicios, además de esas "cositas" que eso acarrea.




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