Hoy volvimos a la zona de recreación del arroyo de Umtanum, muy cerca al pueblo de Ellensburg en la zona este del estado de Washington y en pleno desierto. Hacía mucho que no visitaba ese sitio, quizá unos cuatro o cinco años. La zona es rica en madera petrificada de varias especies de árboles que crecieron en la región hace milenias. Existe un museo al aire libre muy cerca en Vantage. Con troncos enormes petrificados y con senderos en donde uno puede con facilidad ver lo que esa zona del planeta fué. Fué un vergel que en la actualidad no se lo puede uno creer que sea un desierto pero los es, los cambios climáticos han sucedido en nuestro planeta. También es famoso el pueblo de Ellensburg por una piedra semi preciosa que se encuentra en la zona. Le llaman con el rimbombante nombrecito de Azúl de Ellensburg" y no es mas que una simple piedra de ágata que por éstos sitios es muy común encontrar. Mercadotécnia de los pobladores mejor dicho para vender sus joyas. Existe también la Universidad del Centro de Washington. El Campus es de bella arquitectura y se puede encontrar uno a muchos estudiantes por las calles del pueblo.
Para llegar al arroyo de Umtanum desde Seattle, se toma el camino I-90 rumbo al este. Es el camino que lleva a uno hasta la ciudad de Nueva York. Llegando a Ellensburg que son aproximadamente ciento cincuenta kilómetros, se debe uno salir del camino y tomar el camino sur rumbo a Yakima. El río Yakima se encuentra serpenteando por la zona y a un costado del camino, o mejor dicho, el camino se encuentra en el contorno este del río. Luego existe una zona de estacionamiento y un puente colgante que lleva a uno al arroyo de Umtanum. El arroyo se encuentra entre grandes cañones de basalto. El sendero no se encuentra "marcado" pero hay señales de que allí se encuentra. Anteriormente apenas si se podía distinguir el sendero y era un paraíso para los que nos gusta ir de senderismo y no toparse con gente pero ahora, es una autopista con gente y niños y todo mundo lleva a sus perros. Vi caca de perro por doquier y las famosas bolsas llenas de caca entre las plantas. Es de veras, una tristeza que no daba crédito a mis ojos. Gente entre las peñas y fuera del camino haciendo y deshaciendo, algo así como una pista de patinaje sin orden alguno.
Habita allí mucha vida silvestre. Con aterioridad he visto venados, ciervos, (con c no con s que serían siervos de Dios), coyotes, águilas, muchos pájaros que ignoro sus nombres, palomas silvestres, tecolotes, víboras de cascabel y la atracción mayor, los borregos cimarrones. Los borregos cimarrones es una especie muy protegida por el Departamento de Pesca y Vida Silvestre del Estado de Washington. Se encuentra en peligro de extinsión y por lo tanto, se debe proteger a toda costa por todos no solo por ellos. Vimos a una cría de éstos bellísimos animales muerto entre el sendero. Les ha dado pulmonía porque se han contagiado de los borregos domésticados y esa enfermedad en ellos es mortal. Supuestamente tienen que sacrificar a una tercera parte de los existentes en dos manadas que habitan en la zona porque de lo contrario, sería fatal para todos.
Regresé a casa con nostalgia de lo que la zona fué y con tristeza de haber visto lo que vi. Palabra que no me gustó lo que vi.
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