Quien libre está no viva descuidado,
que en un instante puede estar cautivo,
y el corazón helado y más esquivo,
tema de estar en llamas abrazado.
Con (el) la alma del soberbio y elevado
tan áspero es Amor y vengativo,
que quien sin el presume de estar vivo,
por el con muerte queda atormentado.
Amor, que a ser cautivo me condenas,
Amor, que enciendes fuegos tan mortales,
tú que mi vida afliges y maltratas;
maldigo desde ahora tus cadenas,
tus llamas y tus flechas,
con las cuales me prendes, me consumes y me matas.
Gaspar Gil Polo (1516-1591)
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