

Esta imagen celebérrima y portentosa, es, a no dudarlo, la más antigua de cuantas se veneran no solo en la República Mexicana, sino en todo el nuevo mundo, pues existía en España por lo menos desde el séptimo siglo de la era cristiana, y era tenida en gran veneración en la ciudad de Santa Fe de Granada: por lo que en el año de 714, que fue la España invadida por los moros, los piadosos granadinos la ocultaron en una cueva subterránea, para libertarla de los desacatos que pudieran cometer los infieles.


Fue por fin descubierto ese tesoro inestimable hacia la mitad del siglo XVI; y muy poco tiempo después, sabiendo el Rey de España la asombrosa riqueza de Guanajuato, le mando la Santísima Imagen como un presente mil veces más rico que las entrañas de sus montes: la entregó a un caballero llamado Perafán de Rivera, quien la trajo con la mayor veneración; pero estando como tres leguas distante de Guanajuato, en el punto llamado de la Yerbabuena, ya entrada la noche, y no sabiendo por donde continuar, porque ignoraba el lugar fijo de la ciudad, hizo alto allí con sus compañeros; y en tal conflicto, ocurrieron a la misma imagen de que eran portadores; y colocandola sobre un tambor, y encendéndole dos velas, le suplicaron afectuosamente los alumbrara para conocer el lugar de su destino. Los escuchó la Señora benignamente, pues luego que amaneció vieron en el campo dos palomas, de donde infirieron que había cerca algún poblado, por lo que siguieron la dirección que las palomas les marcaban, y con esta guía llegaron a Guanajuato a donde eran destinados.

Pbro. Lucio Marmolejo (¿ - 1885). Nacido en Guanajuato y educado en el Seminario de Morelia. Muy útil su obra efemérides guanajuatenses. Guanajuato, 1907.