Llega al Noroeste de EEUU la recolección de colmenillas. En éste 2011, llega un poco tarde, apenas aparecen en las faldas de los cerros. Y es que en éste año, ha estado tan fresco por la zona, que nevó hace apenas dos semanas. Siguen las temperaturas lluviosas y frescas por todo Seattle y por ende, por todo el Noroeste de EEUU. No es lo típico ya en Junio que tengamos temperaturas tan frescas. Los pastos se ven verdísimos de tanta lluvia al igual que los árboles. Pero en fin, que tendremos que esperar hasta que el clima cambie un poco mejor y así, poder ir en pos de tan apreciados frutos silvestres.
Ahora, un poco de información sobre las setas morillas. Los morchellas estan formadas por un tronco blanquinoso que sostiene un sombrerete en forma esférica, redondeada u ovoide, de 6 a 10 cm de ancho, de color paja rosado o de la miel, entre marrón a negruzco y con una forma característica casi formando un avispero, de allí su nombre de colmenilla porque resembla una colmena. El tronco, que también está vacío es blanquinoso. La carne es frágil y muy escasa y con un olor muy característico a la humedad y suelo del bosque. El también llamado colmenilla, se trata de un hongo comestible de sombrerete aovado, consistente y carnoso, tallo liso y cilíndrico, y color amarillento oscuro por encima y más claro por debajo. Es un delicado ingrediente de los bosques y de difícil obtención. Se busca por horas entre los pinares con una canasta y navaja, cuidando siempre nunca pisarlos porque se camuflagean muy bien entre el musgo y parecieran las piñas de los pinos en el suelo del bosque. Apreciados por su textura y exquisito sabor, llegan a valer en el mercado hasta 50 dólares por medio kilo.
He ido dos veces al bosque en su búsqueda en ésta estación y con resultados bajos. La primer vez estuve de suerte y encontré siete libras o 3.5 kilos. Aunque en la segunda ocasión, solo dos kilos encontré de tan alusivo hongo. No pudimos andar por mas tiempo por el temporal. Por allí cayeron semejantes aguaceros, que parecía el Bajío de Guanajuato cuando llueve, a cántaros. Eso, nos hizo meternos al coche y dejar pasar la lluvia mientras comíamos alguna galleta.
De regreso, nos fuimos Alejos y yo a Roselyn WA. un poblado que se le ve medio abandonado y que tuvo gran auge con sus minas de carbón a principios del siglo pasado. Tienen un cementerio de lo más interesante. Zonas exclusivas por grupos de gente que descansa allí. Se puede uno encontrar la parte de los croatas, los negros, los masones, los yugoslavos y otros grupos europeos que estuvieron en la zona y murieron allí. El panteón es de lo más interesante con tumbas ya viejas y que nos transportan a una época que ya pasó.
Les dejo con algunos retratos de lo que vi.